04- Introducción a la osteopatía
La osteopatía es una forma de medicina alternativa que se centra en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del sistema musculo esquelético y otros problemas de salud relacionados. Fue desarrollada a finales del siglo XIX por el médico estadounidense Andrew Taylor Still.
La osteopatía se basa en la creencia de que el cuerpo tiene una capacidad innata de autorregulación y autocuración. Se considera que los trastornos y desequilibrios en el sistema musculo esquelético y en otros sistemas del cuerpo pueden afectar negativamente la salud general. El objetivo de la osteopatía es restablecer la armonía y el equilibrio en el cuerpo, promoviendo así la salud y el bienestar.
Los osteópatas utilizan una combinación de técnicas manuales, como el masaje, la manipulación articular, la movilización de tejidos blandos y la liberación miofascial, para tratar las disfunciones musculo esqueléticas. Además, consideran otros factores, como la postura, la nutrición, el estilo de vida y los aspectos emocionales, para abordar de manera integral la salud del paciente.
La osteopatía se utiliza para tratar una variedad de condiciones, incluyendo dolores de espalda, lesiones deportivas, trastornos musculares y articulares, problemas digestivos, trastornos respiratorios, dolores de cabeza y estrés. Se enfoca en tratar la causa subyacente de los síntomas en lugar de simplemente aliviar los síntomas de manera temporal.
Hace más de un siglo, nace la Osteopatía en EEUU de la mano de A.Taylor Still. Esta medicina se edifica al margen de la medicina tradicional de entonces, basándose en el conocimiento profundo de la anatomía y el funcionamiento corporal. Se apoya única y exclusivamente en un tratamiento manual, sin mediar ni aparatos, medicinas u otros medios que no sean las manos del terapeuta y el cuerpo del paciente.
Uno de sus discípulos observo la peculiaridad de la caja craneal, y se planteó desde un principio de que, si existían unas suturas craneales que separaban los diferentes huesos del cráneo y no se producía una calcificación de dichas suturas hasta avanzada edad, quizás sería porque algún tipo de funcionalidad debían tener en mantener separados los huesos craneales, y se planteó que quizás fuera algún movimiento entre ellos. Así estudio la caja craneal durante más de tres décadas hasta publicar su primer trabajo, en el que estableció los ejes de movimiento entre los huesos craneales y las correspondencias que existían con el resto del cuerpo.
Desde entonces, en que acuño el termino Aliento de Vida para la expresión máxima de la esencia de SER en forma de mareas, otros discípulos y profesionales han trabajado en la materia, Rollin Becker, James Jealous, Viola Frymann, H. Magoun, etc. De la Osteopatía craneal como se le denomina a esta vía de trabajo, se trascendió este mismo trabajo a otros profesionales terapéuticos no Osteopatía, y estos a su vez crearon sus propias escuelas o difundieron los conceptos y bases del modelo craneal, de los cuales también han salido grandes profundizadores del trabajo, Mike Boxhall, Franklin Sills, Michael Kern, etc.
Fue en 1.874 cuando aparecieron públicamente los fundamentos filosóficos y prácticos de la Osteopatía, desarrollada por Andrew Taylor Still a partir del enfrentamiento con las excesivas prescripciones por parte de los médicos, de medicamentos, sangrías y demás métodos médicos. Este sistema médico desarrollado por Still nuevo y que integra a todo el cuerpo con la mente y las emociones, lo denominó OSTEOPATÍA.
En 1.917 la introduce en Europa J.M. Littlejohn fundándose en Inglaterra la primera escuela de osteopatía, después en 1.957 Paul Geny funda la Escuela Francesa de Osteopatía, que más adelante traslada a Inglaterra por motivos políticos, dando lugar a la European School of Osteopathy.
El método de tratamiento CRÁNEO-SACRO fue desarrollado más adelante a principios de los años 30 por W.G. Sutherland, (cuya mayor aportación junto a la aplicación consecuente de los principios de la Osteopatía sobre el cráneo, fue el descubrimiento de un sistema de regulación para el organismo, que se manifiesta con un movimiento rítmico y lento del cráneo) quien al examinar un cráneo fresco diseccionado observó:
- Que las superficies de unión de los huesos parietales con los temporales presentaban aristas como las agallas de un pez, esto era el reflejo de la movilidad articulada de un mecanismo respiratorio, y le llevó a investigar la movilidad de los huesos del cráneo, aunque los libros de Anatomía decían lo contrario. (es decir que se sueldan y no se mueven.). Estos estudios le llevaron a la conclusión de que las superficies articulares de los huesos del cráneo daban lugar a una estructura hecha para el movimiento, y a este movimiento le llamó MOVIMIENTO RESPIRATORIO PRIMARIO. MRP Pues empieza en el estado embrionario y acaba unos minutos después del fallecimiento. Entendiéndose respiratorio en el sentido de la respiración de los tejidos que hace que cada célula drene rítmicamente gracias a los sutiles movimientos de este sistema.
- Que bajo la superficie interna de los huesos del cráneo estaban las membranas intracraneales que coordinaban ese movimiento.
- Que el sacro está igualmente unido al cráneo por estas membranas que bajan por el canal medular hasta el segundo segmento del sacro, donde se adhieren. (es una unidad funcional de ahí el nombre de Sistema Cráneo-Sacro).
- Que el sacro también tiene un movimiento involuntario inherente entre las dos palas ilíacas. El movimiento que tienen los huesos del cráneo, y que a través del canal medular se transmite hasta el sacro está producido por el Ritmo Cráneo
El origen de la terapia craneosacral
El concepto cráneo-sacral tiene su origen en la osteopatía, que nace en 1874 con Andrew Taylor Still. Poco después, en 1895, el Dr. Palmer desarrolló el principio quiropráctico. Los quiroprácticos y los osteópatas han arrojado mucha luz sobre la relación que existe entre la función, la estructura y el sistema nervioso humano.
Ambas disciplinas terapéuticas postulan que la curación es inherente al cuerpo y que lo único que el terapeuta puede hacer es contribuir a que ésta se produzca por medio de manipulaciones que alivien la tensión acumulada en la columna vertebral y en otras partes del cuerpo.
Queda claro pues que la salud y la sanación en el ser humano son acciones inherentes y que nuestro trabajo como terapeutas consiste en eliminar las tensiones o interferencias que impiden la perfecta función neurológica entre el cuerpo y el sistema nervioso central (SNC). De esta manera la energía nerviosa y por tanto los reflejos vasomotores espinales hacen que los tejidos y órganos reciban más afluencia de sangre y así se realice la auto-curación.
Un poco de historia
El primero en investigar el “Mecanismo Respiratorio Primario” a finales del siglo pasado, fue el Dr.W. Sutherland, discípulo del padre de la osteopatía, el doctor Taylor Still (1828-1917). El doctor Still fue uno de los pioneros de la medicina holística. Buscó durante toda su vida la re armonización del hombre con la naturaleza. Su forma de abordar la curación rechazaba la cirugía y las drogas, solamente utilizadas como última medida. Principalmente se apoyaba en un sistema de manipulación del cuerpo, que denominó osteopatía; ejercicios físicos y consejos sobre el estilo de vida. Fundó en 1892 la primera escuela, la American School of Osteopathy, en Kirksville. Los principios de esta otra medicina basada en leyes naturales revolucionaron la medicina de su época.
El doctor W. Sutherland (1873-1954) viendo la sofisticada anatomía craneal tuvo una intuición a principios de 1900, “los huesos del cráneo tienen que estar construidos para permitir un movimiento respiratorio”. Con esta primera inspiración en el año 1901 el doctor W. Sutherland comienza una vida de búsqueda e investigación desarrollando lo que hoy se llama la Terapia Cráneo-Sacral. No fue fácil su camino ya que como todo pionero, que aporta nuevas ideas, tuvo muchos problemas incluso dentro del campo de la osteopatía. Dedicó más de 30 años a estudiar la anatomía del cráneo y experimentó de diferentes maneras, aplicando presión en huesos concretos del cráneo y viendo la relación que tenían con diferentes disfunciones y cambios emocionales. Desarrolló un sistema de examinación y tratamiento de los huesos del cráneo consiguiendo muy buenos resultados, basado en la idea de que los huesos no están soldados sólidamente sino que hay un micro movimiento o flexibilidad a través de las suturas en que se separan los huesos. En el año 1948, a la edad de 75 años, el doctor Sutherland hace un cambio de paradigma en el concepto craneal. Tiene una segunda inspiración y quizás la más importante. Observó un problema que se liberó desde el interior del cliente, sin su fuerza o presión sino por el poder intrínseco de la persona. Hasta ahora estaba preparado para buscar el movimiento, el eje de rotación, la restricción y la descompensación en el movimiento y ayudarlo (al sistema) a moverse mejor. Ahora reconoció que el movimiento era justo el resultado de fuerzas más profundas en juego, y por debajo del movimiento existían estados de bienestar y calma más profundos. La orientación de su trabajo cambia radicalmente: para de hacer los protocolos y test de movimiento de huesos y membranas y comienza a trabajar y a cooperar con la potencia del sistema como conductor de la inteligencia innata del cuerpo. Comenzó a llamar a las fuerzas con la que estaba en contacto «el Aliento vital», fuerza dinámica que crea constantemente al ser humano. Posteriormente unas líneas importantes de osteópatas salvaguardaron y desarrollaron estas ideas. Por otra parte, ha habido un amplio desarrollo de esta técnica, apoyado en diferentes trabajos de investigación en laboratorio (especialmente entre los años 1960 y 1980 en Estados Unidos), que han confirmado y ampliado los descubrimientos de Sutherland.
En realidad, el terapeuta no impone nada sobre el cuerpo de la persona, sino ayuda al poder autocorrector del organismo. Por eso en Estados Unidos el terapeuta cráneo-sacral se llama facilitador. Y también es la causa de que esta terapia tan suave como efectiva, es segura y conveniente para personas de todas las edades. Desde adultos hasta niños y bebés, así como después de una operación o en condiciones de fragilidad, complementando el tratamiento médico o psicológico. Si no hay una patología concreta, la terapia nos ayuda a eliminar tensiones y bloqueos y a vivir la vida más plenamente, aumentando la vitalidad corporal. Algunas patologías en que más comúnmente se aplica la terapia son: dolores de cabeza de tipo migrañoso o tensional; dolores y problemas de espalda y de aparato locomotor; tensión muscular; alivio del dolor; problemas articulares; problemas de oído, vista o boca; problemas digestivos; sinusitis y neuralgias faciales; estrés, ansiedad, cansancio crónico; traumas infantiles, niños hiperactivos; secuelas de accidentes; problemas emocionales.
De la Osteopatía craneal como se le denomina a esta vía de trabajo, se trascendió este mismo trabajo a otros profesionales terapéuticos no Osteopatía, y estos a su vez crearon sus propias escuelas o difundieron los conceptos y bases del modelo craneal, de los cuales también han salido grandes profundizadores del trabajo, Mike Boxhall, Franklin Sills, Michael Kern, etc. De la evolución de ese trabajo, es lo que hoy podemos denominar Terapia y/ Osteopatía Craneosacral. De modelo terapéutico, sin embargo, existen dos niveles de trabajo. Por un lado, el trabajo más biomecánico, que corresponde como su propio nombre indica, al tratamiento mediante técnicas o métodos mecánicas en la «corrección» de las disfunciones corporales. Ello se gestiona desde una perspectiva diagnostica, y un tratamiento específico.
Por otro lado, existe el nivel biodinámica. En este nivel, no existen patrones ni protocolos de tratamiento. Desde la biodinámica, se trata de ir por debajo de la disfunción, con el fin de que emerja la salud por sus propios medios, no por interferencia terapéutica. De este modo nos aseguramos, de no desplazar las disfunciones ni de enmascararlas. Trabajar desde la biodinámica solo requiere un respeto y la escucha profunda del proceso del paciente. En la biodinámica, se trabaja la PRESENCIA como proceso de toma de CONCIENCIA PLENA del SER. En ese estado, solo existe QUIETUD. Desde la Quietud emerge una nueva disposición y orden que regula nuestro estado de SER. Y esto es trabajo Biodinámica.
¿En qué tipo de dolencias o patologías es aplicable la Biodinámica Craneosacral?
En verdad la pregunta se formula desde la concepción social de la salud y la enfermedad. Sin embargo, en Osteopatía (así como en otras disciplinas médicas o terapéuticas), entendemos que no existen las enfermedades o la enfermedad de por sí, sino que existen enfermos. Esta formulación es más profunda de lo que aparenta. De forma social existe una convicción de que las enfermedades son causadas por agentes externos al ser humano, por ello cuando denominamos enfermedad X o enfermedad Y, no solo estamos dando nombre al proceso que pasamos, sino que además lo ubicamos como algo ajeno a nosotros que nos perturba.
Claude Bernard, concluía en cierta ocasión, «el microbio no es nada, el terreno lo es todo». Y así es. El terreno es nuestro cuerpo, es decir, nosotros mismos. Cuando nos vemos afectados por una «enfermedad», es porque nuestro equilibrio corporal se ha perdido y no ese agente de «enfermedad» el que nos produce el desequilibrio. Desde esta perspectiva, la Biodinámica Craneosacral no trata enfermedades o dolencias, sino al PACIENTE. Por tanto, para responder a la pregunta de qué tipo de dolencias trata la Biodinámica Craneosacral, deberíamos decir, TODAS. Quizás pueda parecer pretenciosa la actitud de la Biodinámica, pero en realidad no es de la terapia, sino en todo caso, de la capacidad de cada terapeuta y, la del paciente en cada momento.