07- Beneficios de la terapia
Las terapias tienen una amplia variedad de beneficios, que pueden variar según el tipo de terapia y las necesidades individuales de cada persona. Aquí hay algunos beneficios comunes asociados con las terapias:
- Reducción del estrés y la ansiedad: Muchas terapias están diseñadas para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, proporcionando técnicas de relajación, alivio emocional y herramientas para manejar las preocupaciones diarias.
- Mejora del bienestar emocional: Las terapias pueden ayudar a abordar y sanar problemas emocionales como la depresión, el trauma, el duelo y la baja autoestima. Pueden proporcionar un espacio seguro para explorar y expresar emociones, promoviendo un mayor equilibrio y bienestar emocional.
- Desarrollo personal: Las terapias pueden fomentar el crecimiento personal, ayudando a las personas a desarrollar una mayor autoconciencia, autoaceptación y habilidades de afrontamiento. Pueden ayudar a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos, promoviendo un mayor autocuidado y empoderamiento.
- Mejora de las relaciones: Las terapias pueden ser beneficiosas para mejorar las relaciones personales y familiares, ya que pueden proporcionar un espacio para resolver conflictos, mejorar la comunicación y fortalecer la conexión emocional.
- Alivio del dolor físico: Algunas terapias, como la terapia física o la osteopatía, se centran en aliviar el dolor físico y mejorar la función del cuerpo. Pueden ser beneficiosas para abordar problemas musculoesqueléticos, lesiones deportivas, dolores crónicos y condiciones médicas específicas.
- Promoción del autocuidado y la salud: Las terapias suelen promover hábitos de autocuidado saludables, como la atención plena, la relajación, la actividad física y una alimentación equilibrada. Esto puede ayudar a las personas a tomar decisiones más saludables y conscientes en su vida diaria.
La terapia craneosacral es una técnica manual, relajante, suave y de enorme profundidad, cuyo objetivo es localizar los desequilibrios del sistema craneosacral en todo el cuerpo y ayudar a llevarlos de nuevo a la normalidad, mediante el trabajo sutil en los tejidos conectivos que envuelven nuestros órganos y en definitiva conectan todas las partes del cuerpo. Debido a que todo el cuerpo está conectado por estos tejidos, una tensión, por ejemplo, en el temporal izquierdo, puede causar una escoliosis o un dolor lumbar. Aunque el trabajo se concentre en un lugar determinado del cuerpo, su efecto repercute al cuerpo en su totalidad.
Todos tenemos un cuerpo con una gran capacidad de autocuración. De aquí se derivan la mayoría de los efectos beneficiosos de esta terapia, ya que el terapeuta, desde la más profunda escucha corporal, emplea su tacto únicamente para apoyar dichos mecanismos y estimular su acción. Esta misma escucha se utiliza para la evaluación. Un terapeuta experimentado podrá percibir el lugar anatómico exacto donde se encuentra la causa de un problema. De esta forma podrá trabajarse la causa, aunque esté anatómicamente lejos del síntoma, y después se podrá trabajar con el síntoma.
Los efectos se producen a un nivel profundo. La persona en camilla puede sentir una gran relajación. Después de una sesión el cuerpo puede necesitar descansar o, por el contrario, sentir una gran energía. El trabajo se inicia en la sesión, pero al basarse sobre los mecanismos naturales de autocorrección, continúa mucho más allá de abandonar la consulta. Cada sesión se construye sobre la anterior, de este modo cada vez se llega a capas físicas más profundas.
Cada cuerpo humano y cada problema son diferentes, por lo que dar una respuesta precisa es muy difícil. Sin embargo, hay algunas pautas que pueden darse. Un problema reciente necesitará mucho menos trabajo que otro que lleve activo, por ejemplo, veinte años. Muchas veces los problemas recientes necesitan entre una y tres sesiones
Para los problemas antiguos y crónicos, contra los que ya se ha intentado luchar con otras terapias y no se han resuelto, la pauta que podemos dar es recibir cuatro sesiones y valorar el grado de mejoría y cambio que se ha conseguido. Este grado de mejoría es un indicador bastante fiable de hasta qué punto la Terapia Craneosacral es efectiva para el problema concreto que se quiera resolver. A partir de esta mejoría puede estimarse cuanto trabajo Craneosacral adicional va a ser necesario.
En cuanto al tiempo que debe transcurrir entre sesión y sesión, nosotros recomendamos que las primeras sesiones se realicen con intervalos aproximados de entre una semana y tres semanas, dependiendo del caso. Esto es así porque cada sesión craneosacral se construye a partir de lo conseguido en la anterior, y como el cuerpo tiene una tendencia natural a retroceder a su patrón de disfunción, interesa conseguir una mejoría sólida, después de la cual la tendencia al retroceso es mucho menor. En este punto las sesiones ya pueden ir espaciándose más, por ejemplo, una cada seis semanas. De todas formas, esta terapia es tan relajante y se siente un bienestar tan grande, que mucha gente prefiere volver cada semana, aunque los problemas físicos que traía hayan desaparecido por completo.
Yo personalmente uso el impulso rítmico craneal, o movimiento respiratorio primario para seguir esa fluctuación energética por el aura de la persona y, así percibo cinestésicamente los nudos de energía o quistes energéticos. Una vez localizado ese torbellino de energía retorcida y, que puede adoptar diferentes formas y tamaños, se procede a su disolución y limpieza. Después de tiene que recargar la zona del aura afectada y, volver a realizar esta sanación en los próximos días, para asegurar que esa zona del aura quede reflejando correctamente las mareas internas del ser humano.
Si fortalecemos el campo de energía humano, la salud integral e innata del ser humano se realiza de forma automática.
Se puede decir que todo o casi todo tipo de problemas de salud física como mental se pueden mejorar considerablemente con la terapia craneosacral, tanto enfermedades físicas como psicológicas y mucho más. Con esto de mucho mas, me refiero a todo tipo de conductas erróneas o desequilibradas, la falta de crecimiento personal en las personas y la fragmentación que existe en muchas personas de haber perdido o fragmentado la relación consigo mismo y con la totalidad. Esto es debido a un MRP deficiente y escaso y éste a su vez a un gran número de patrones inerciales de tensión y por tanto de energía desequilibrada.
Un trabajo craneosacral profundo permite a la persona acceder a su ser interior y éste mueve todo tipo de energías fisiológicas y psicológicas para que la persona recupere la salud, claro está y, la integración con la totalidad.
Todos nosotros necesitamos ahondar en nuestra conexión íntima con la naturaleza y con nuestro ser interior. Siempre hay y habrá más niveles en los que poder ahondar y potenciar nuestra energía y vibración, aunque gocemos, de un buen MRP, siempre podemos hacer que éste evolucione hacia niveles más altos y más espirituales. A esto le podemos llamar un camino sin fin, aunque claro está, muchos nos conformamos con un estar bien y ya está.
Si trabajamos nuestro MRP y conseguimos al cabo de unos años tener más del 80% del IRC por todo el cuerpo emerge en nosotros una claridad mental, una seguridad, un equilibrio cuerpo, mente y espíritu que nos relaja y así sabemos que estamos en el camino correcto, es como permitieras a tu ser superior y tus guías que te acompañen en el viaje y guíen y organicen tu camino, que estará lleno de gloria y bendiciones. Ya podemos decir que este es el que de verdad soy.
Esto es así porque haz limpiado toda tu energía del aura y ya no estás influenciado por energías negativas o externas que perturban tu camino y te separan de la fuente. Todos tenemos un camino que hacer en esta tierra, en este plano y sin un buen MRP, nunca estaremos realmente conectados con nuestro yo auténtico y verdadero.
Así que aparte de ser un tratamiento ideal para la salud holística, para superar el estrés, para limpiar nuestras emociones y pensamientos es la llave maestra para un equilibrio e integración del cuerpo, mente, alma y espíritu.
Yo considero el sistema fisiológico craneosacral como el sistema más fundamental y verdaderamente integrador.
A todos nosotros nos ha pasado que tenemos un día muy inspirado y nos sale todo muy bien e incluso tenemos ideas geniales y creativas, ese día estamos bien conectados con nuestro ser interno, gracias a que ese día tenemos el MRP en buenas condiciones y hay un extra de energía para poder tener esos momentos de inspiración.
Lo mismo le pasa a los artistas, es relativamente fácil tener unos momentos de inspiración y lo de verdad difícil es mantener estos niveles de creatividad e inspiración por toda la vida, en parte por la edad y en parte porque vamos deprimiendo y ensuciando nuestro MRP. Ahí está ese valor real de la persona que se ha trabajado por dentro y por fuera para mantener ese equilibrio de autenticidad a través del tiempo y sigue siendo esa persona pura y energética que era cuando era joven.
Lo difícil de todo esto está por varios motivos. Por ejemplo, nos es difícil recordar lo que éramos en la juventud, nos es difícil darnos cuenta de la falta de energía que vamos perdiendo y nos perdemos en el materialismo y en las distracciones mundanas, que nos despistan del valor real y auténtico que hay en nuestro interior. Con la terapia craneosacral volvemos a la fuente de nuestro Ser.
Estar en buena sincronía en nuestro sistema craneosacral nos permite estar en una buena sincronía con los movimientos rítmicos de la naturaleza y así potenciar la energía interna del cuerpo y del aura, la cual nos pone en sintonía con nuestro ser espiritual y esto es todo lo mejor que puede hacer un ser humano, porque como dijo Jesucristo, buscar el espíritu que todo lo demás ya vendrá. Es un juego de sintonías de frecuencias y de ritmos, es como ver la marea subir y la marea bajar. En un océano abierto y debido a la gravedad de la luna, inescrutablemente el mar sube y baja cada 12 horas, hagas lo que hagas y pongas en impedimento al mar que le pongas. Nuestro ser y nuestras energías quieren que en vida y en consciencia estés en tus ritmos y mareas biológicas ideales para cada época de tu vida. Crear las condiciones necesarias para que en todas las épocas de nuestra vida se produzca una curación o limpieza profunda, la cual generara y permitirá un que la inteligencia interna nuestra se abra y se pueda manifestar en cada uno de nosotros. Eso es el trabajo más maravilloso e intenso que todos debemos de realizar para subir de niveles de vibración y ser verdaderamente felices.
Por supuesto si trabajamos en esta dirección aportamos energías valiosas a nuestras amistades, a nuestras relaciones a nuestro trabajo y en general a nuestra pequeña comunidad que luego repercutirá a la gran comunidad a donde pertenecemos, y así permitir y colaborar a que el planeta entero realice su ritmo y fluya en sus cambios de ciclo que inexorablemente se vienen produciendo desde los eones de eones.
Describir los beneficios es una tarea muy complicada por la enorme variedad de problemas de salud y las enormes posibilidades que nos ofrece la terapia craneosacral tanto para la salud física como psíquica.
Veamos algunos axiomas de la medicina sistémica.
Detrás de todo sistema viviente en equilibrio se encuentra la Inteligencia que le controla, que le regula o que le postuló, ante su ausencia sólo existe el caos. La prueba es que no puede existir un sistema viviente sin una inteligencia.
Existe una Inteligencia biológica humana que regula todas las funciones corporales en forma casi óptima y que es detectable por sus manifestaciones inteligentes. La misma es distinta del ser espiritual que somos.
El común denominador a todo sistema viviente es el trío, Inteligencia, Energía y Organización. Se trata de un trío pues ninguno de los tres integrantes del sistema puede existir ante la ausencia de los otros dos. Ésta es una condición indispensable en todo sistema viviente.
La Inteligencia del sistema viviente es el lado más importante del triángulo pues a partir de ella simultáneamente se generan los lados de la Energía y de la Organización. La mayor inteligencia que existe en el cuerpo humano proviene de la esencia misma de su complejo de Alma-mente-Espíritu representado en y a través de del líquido cefalorraquídeo. Este líquido se genera en los plexos coroideos en el interior del encéfalo a través del plasma sanguíneo. También llamado Aliento de Vida, este líquido encierra toda la inteligencia humana a través de sus 4.500 millones de años de evolución.
De nuevo se produce un éxito sobresaliente cuando se utiliza la Terapia Craneosacral contra los dolores de espalda. Trabajamos de dentro (núcleo) a afuera. Cuando se corrige el «núcleo», el exterior (problema periférico) o se corrige por sí mismo o se vuelve manejable por medio de tratamientos convencionales.»
El cuerpo está completamente interconectado por un sistema de membranas llamadas «fascias». Una tensión en cualquiera de ellas puede transmitirse a cualquier otra parte del cuerpo, produciendo dolores o disfunciones. Estas conexiones son innumerables, y podemos nombrar algunas típicas y conocidas, por ejemplo: una tensión en las fascias renales o peri renales es fácil que se manifieste como dolor lumbar; una tensión en la zona del hioides, bien debida a un origen mecánico o emocional (por ejemplo, no expresar todo lo que uno quiere expresar), puede manifestarse como dolor de cuello, etc. Si estas tensiones permanecen sin resolverse durante mucho tiempo, pueden evolucionar hacia problemas más severos, como hernias, protusiones, etc.
La Terapia Craneosacral y su complemento visceral disponen de técnicas específicas para localizar tanto el origen de la tensión como para ayudar a poner en marcha los procesos auto correctivos correspondientes.
La Terapia Craneosacral está especialmente indicada para ayudar a los niños y bebés en muchos de sus problemas. Cólicos, problemas de digestión o excreción, hiperactividad, discapacidades de aprendizaje y dislexia, además de dolores de cabeza, espalda, bruxismo, etc. son usos muy populares de la Terapia Craneosacral.
Con los niños la Terapia CraneoSacral funciona con especial profundidad y eficacia, ya que siempre se aplica desde el más profundo respeto, apoyo y escucha. Una sesión con un niño se plantea como un juego. En la sala hay diversos juguetes pensados para cada necesidad de forma que la experiencia le resulte agradable. Los niños tienen una gran sabiduría interior y, especialmente en lo que respecta a esta terapia, saben muy bien lo que necesitan. Por eso, buscamos la colaboración del niño, su aceptación y permiso, de forma que el trabajo pueda realizarse adecuadamente y en profundidad.
Hoy en día, el número de partos con agentes externos tales como epidural, oxitocina, cesárea, fórceps, o ventosas, pueden hacer que para el bebé el parto sea una experiencia más difícil y complicada, creando tensiones en sus membranas que, a no ser que se eliminen con una terapia como la CraneoSacral, pueden llegar a manifestarse de formas variadas y sintomáticas.
La Osteopatía Craneosacral es una forma sutil y muy profunda de ayudar al cuerpo en sus procesos naturales de curación, ayudando a incrementar la vitalidad y el bienestar. Es eficaz en lograr cambios estructurales, sin embargo, tiene aplicaciones a muchos niveles de enfermedad y dolor.
El Osteópata Craneosacral se entrena para utilizar su palpación en el diagnóstico de cómo el cuerpo se ha estructurado y funciona alrededor de los bloqueos o lugares de restricción. La forma de palpación utilizada para ayudar al cuerpo a liberar sus resistencias y bloqueos es muy suave, y ello permite que los ritmos y las pulsaciones inherentes más profundas se expresen con libertad.
Las técnicas utilizadas por el osteópata tienen la finalidad de estimular la salud en una zona de resistencia o disfunción. Este proceso de auto sanación emerge del propio cuerpo del paciente; no es algo que haya que dar al paciente, sino que es algo que siempre está presente, incluso en las condiciones de enfermedad más severas o en las zonas más alteradas. Así pues, la impronta de la salud y el equilibrio siempre están presentes en nuestro interior y sólo necesitamos reconectar con ella para que ocurra la curación.
El terapeuta percibe los patrones de movimiento intrínsecos del cuerpo, sus ritmos, pulsaciones y de esta manera detecta las zonas de bloqueos o resistencias; así ayuda a la liberación de éstas resistencias en tejidos, huesos y líquidos y fomenta una revitalización de todo el cuerpo.
En la Osteopatía Craneosacral se percibe el cuerpo en movimiento constante y el corazón de este movimiento es un pulso vital sutil, nombrado ritmo craneosacral. Surge en el núcleo del cuerpo, en el cerebro, la médula espinal y los líquidos que los bañan, o sea, en la totalidad del Sistema Nervioso Central.
Se siente como un ritmo de marea por todo el cuerpo y la conciencia de su movimiento revela a las manos expertas, abundante información. Movimientos de tejido alrededor y dentro de articulaciones y relaciones vertebrales e incluso movimientos sutiles de líquido y de tejidos de los órganos pueden ser percibidos, ofreciendo información importante sobre el funcionamiento y el estado de salud del cuerpo en su totalidad.
El tratamiento consiste en este contacto escuchador suave que a la vez es diagnóstico y terapéutico. Puede ser que los pacientes sientan una relajación profunda y se conciencien de alteraciones en la presión de líquidos, liberaciones de tejidos, calor, hormigueo y liberaciones de energía.
Una parte integral de este trabajo es la conciencia del paciente de su propio proceso vital. Toda la historia de nuestra vida está contenida en la forma física. Puede ser que un proceso de enfermedad actual tenga sus raíces en una experiencia muy temprana.
El trauma natal es un ejemplo común de cómo éstos patrones tempranos de compresión y tensión del nacimiento pueden dar lugar a muchos problemas en el adulto. Estos pueden incluir procesos emocionales como ansiedad o depresión y expresiones físicas como dolor de espalda, migraña o trastornos digestivos o respiratorios.
Somos una unidad de función vital y esto se respeta profundamente en la Osteopatía Craneosacral. El trabajo no es solamente un “arreglo” físico sino una exploración que abarca nuestros procesos mentales, sentimientos, emociones y sus manifestaciones físicas.
Terapia Craneosacral para Niños
El estrés o traumas durante la gestación y las fuerzas de compresión durante el parto pueden causar desequilibrios en el sistema craneosacral del niño. Hasta en los partos más naturales y libres de problemas, la presión de la cabeza del niño sobre la base pélvica durante las contracciones comúnmente crea compresiones en la base del cráneo, las cuales a su vez afectan al sacro.
Estas distorsiones tienden a resolverse de manera natural en los días o semanas después del parto; pero en muchas ocasiones no ocurre asó. De este modo, el trauma contenido en el cuerpo del bebé puede producir un amplio abanico de síntomas, tales como inquietud e intranquilidad, problemas de succión, cólicos, problemas en el desarrollo e incluso lesiones en el cerebro.
Estos patrones traumáticos a menudo permanecen durante toda la infancia y la vida adulta, produciendo una amplia gama de disfunciones posibles como depresión, migraña, sinusitis, dolor de columna y contribuyendo al debilitamiento del estado general de salud. Un reconocimiento de desequilibrios craneosacrales en los bebés es altamente recomendable; puede ser muy útil en la prevención de problemas que se manifestarían más tarde en la vida.
Beneficios de la Osteopatía Craneosacral
La Osteopatía Craneosacral es tan suave que está indicada para bebés, niños y personas mayores al igual que para adultos, también en condiciones de fragilidad o dolor agudo. Como terapia integral, el tratamiento puede ayudar en casi cualquier afección, aumentando la vitalidad y permitiéndole al cuerpo utilizar sus procesos de autocuración. Sigue una lista de algunas de las dolencias más comunes tratadas;
- – Problemas de tipo respiratorio y digestivo.
- – Problemas musculares y de la estructura corporal: cifosis, lordosis, escoliosis, ciática, hernias, dolor y tensión muscular.
- – Alteraciones nerviosas: insomnio, hiperactividad, agotamiento, parálisis facial, tics, pitidos en los oídos, y otras neuralgias.
- – Cefaleas de tipo migrañoso o tensional.
- – Alteraciones inmunológicas, alérgicas y endocrinas: asma bronquial, rinitis, sinusitis.
- – Problemas emocionales: depresión, ansiedad.
- -Dolores menstruales, desequilibrios hormonales, dispepsia, parálisis cerebral, problemas durante y después del embarazo, estrés, problemas traumáticos, de mandíbula, de vista.
Es importante tener en cuenta que los beneficios de las terapias pueden variar según la persona y el enfoque terapéutico utilizado.