08- Biodinámica
La terapia craneosacral biodinámica es una forma específica de terapia craneosacral que se enfoca en la escucha y la respuesta a los ritmos naturales del cuerpo para promover la curación y el equilibrio. A diferencia de otras formas de terapia craneosacral, que se centran en la manipulación física del cráneo y las estructuras craneales, la terapia craneosacral biodinámica se basa en la idea de que el cuerpo tiene su propia inteligencia y capacidad de autocuración.
En una sesión de terapia craneosacral biodinámica, el terapeuta utiliza una escucha suave y atenta para detectar los ritmos sutiles del sistema nervioso y los tejidos del cuerpo. Se enfoca en liberar cualquier restricción o bloqueo en estos ritmos, permitiendo que la energía y la vitalidad fluyan de manera más armoniosa.
Durante la sesión, el terapeuta puede colocar las manos suavemente en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el cráneo, la columna vertebral, las extremidades y el abdomen. Esto facilita la relajación profunda, la liberación de tensiones y el restablecimiento del equilibrio en el sistema nervioso y los tejidos.
Los beneficios de la terapia craneosacral biodinámica pueden incluir:
- Alivio del estrés y la ansiedad.
- Reducción del dolor y la tensión muscular.
- Mejora de la calidad del sueño.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico.
- Equilibrio emocional y mental.
- Promoción de la claridad y la conciencia.
- Mejora de la función del sistema nervioso.
- Estimulación del proceso de curación natural del cuerpo.
La terapia craneosacral biodinámica procede de los descubrimientos que el osteópata americano W.G.Sutherland realizó ahora hace más de cien años en relación a una pulsación rítmica sutil que emerge en los tejidos y fluidos del núcleo del cuerpo.
A la existencia de esos movimientos profundos y a las novedosas técnicas diagnósticas y de tratamiento que posteriormente desarrolló se le denominó “concepto craneal”.
Se dio cuenta de que en las zonas del cuerpo que estaban bajo tensión o congestión se daban cambios en esos movimientos, así que desarrolló técnicas sutiles para ayudar a liberarlas. Estos fueron los inicios y el trabajo se desarrolló en el entorno del Impulso Rítmico Craneal (IRC), la primera pulsación rítmica descubierta que tenía que ver con los procesos de organización y autorregulación del cuerpo.
Esta pulsación puede ser palpada por el terapeuta y se siente como un movimiento respiratorio, como una onda, o como finalmente lo acabaron llamando: un movimiento “en forma de marea”.
Seis años antes de su muerte, Sutherland hizo un segundo descubrimiento: notó una clase de energía que generaba correcciones dentro del cuerpo del cliente sin influencia externa del terapeuta, la llamó “respiración de la vida espiritual” o “Aliento de Vida”, y a partir de aquí cambió su modo de tratamiento.
La marea es la expresión de cómo el Aliento de Vida se despliega en el cuerpo, es la Vida “tomando cuerpo”, una fuerza dinámica que esencialmente es el principio que ordena y regula todos los procesos corporales.
De esta apreciación surge la modalidad biodinámica de la terapia craneosacral, en la que el énfasis del trabajo está en la escucha neutral y el acompañamiento de los procesos que surjan sin imponer criterios, juicios o expectativas personales.
La potencia y la cualidad con la que emerge y se transmite este impulso a todo el organismo determina su estado de salud.
La “cantidad” de salud de un organismo siempre es la misma, la salud no se pierde solo se contiene y siempre está disponible.
«La salud de la hablamos en osteopatía está en el núcleo de nuestro ser y no puede ser aumentada o disminuida en mayor o menor grado.
En otras palabras: la salud de nuestro cuerpo no puede enfermar. En realidad, la salud del cuerpo trasciende a la muerte.
La salud de nuestro cuerpo está disponible al cien por cien, veinticuatro horas al día desde el momento de la concepción hasta la muerte, y después transpira y no expira».
Este texto de James Jealous pone de manifiesto que el termino salud al que se han referido los pioneros en el concepto craneal trasciende la lectura que se le puede atribuir desde una óptica médica.
Curar la enfermedad es diferente de sanar. El alcance de la terapia craneosacral biodinámica va más allá de pretender conseguir un estado de optima salud física, esto en todo caso es una de las consecuencias de la terapia.
Se sana la vida. Aún en el proceso de morir, podemos sanar la vida, aunque no podamos curar el cuerpo. O, como se ha llegado a definir: “la salud es el estado de gracia espiritual”.
De la evolución de ese trabajo, es lo que hoy podemos denominar Terapia y/ Osteopatía Craneosacral. De modelo terapéutico, sin embargo, existen dos niveles de trabajo. Por un lado, el trabajo más biomecánico, que corresponde como su propio nombre indica, al tratamiento mediante técnicas o métodos mecánicas en la «corrección» de las disfunciones corporales. Ello se gestiona desde una perspectiva diagnostica, y un tratamiento específico. Por otro lado, existe el nivel biodinámica. En este nivel, no existen patrones ni protocolos de tratamiento. Desde la biodinámica, se trata de ir por debajo de la disfunción, con el fin de que emerja la salud por sus propios medios, no por interferencia terapéutica. De este modo nos aseguramos, de no desplazar las disfunciones ni de enmascararlas. Trabajar desde la biodinámica solo requiere un respeto y la escucha profunda del proceso del paciente. En la biodinámica, se trabaja la PRESENCIA como proceso de toma de CONCIENCIA PLENA del SER.
En ese estado, solo existe QUIETUD. Desde la Quietud emerge una nueva disposición y orden que regula nuestro estado de SER. Y esto es trabajo Biodinámica.
Cuando nos vemos afectados por una «enfermedad», es porque nuestro equilibrio corporal se ha perdido y no ese agente de «enfermedad» el que nos produce el desequilibrio. Desde esta perspectiva, la Biodinámica Craneosacral no trata enfermedades o dolencias, sino al PACIENTE.
La marea media
En el curso de la práctica clínica muchos terapeutas han tomado conciencia de mareas que operan detrás del impulso rítmico craneal. Estas mareas más profundas también tienen un movimiento rítmico y muchos las consideran el poder impulsor que produce el IRC. Aunque estos ritmos son algo más sutiles, también pueden detectarse mediante palpación. El ritmo concreto que subyace inmediatamente al IRC. se expresa de una forma más lenta, de aproximadamente 2,5 ciclos por minuto. Se le suele llamar marea media «.
Se considera que la marca media transporta la bioenergía disponible, o potencia biodinámica, que vitaliza el cuerpo. También expresa fases de inhalación y exhalación. En inhalación, la marea media asciende por el cuerpo y se ensancha lateralmente. En exhalación desciende al tiempo que se estrecha lateralmente. Este movimiento se orienta de manera natural en torno a la línea media del cuerpo.
A la marca media le afecta mucho menos nuestras circunstancias inmediatas que al IRC, y consecuentemente su ritmo es muy estable.
Es la propia Esencia de la vida que se organiza en un cuerpo la que busca reorganizarse y emerger, es por ello que en el proceso de la terapia no tenemos que intervenir, no podemos decidir nada porque la Vida misma decide, sabe mejor que nosotros cual es la disponibilidad y que es posible para ese cuerpo en ese momento. La propia inteligencia profunda de la Vida con su capacidad inherente de organización y autorregulación será la que guíe el proceso.
El terapeuta, con su contacto y presencia puede generar un espacio que favorezca la expresión del Aliento de Vida en el cuerpo.
La terapia craneosacral es una terapia manual cuyo objetivo es “actualizar”, favorecer la aparición del potencial de salud contenido en el cuerpo.
Si la expresión del Aliento de Vida es la expresión de salud; la salud estará en función de lo que soy capaz de expresarme a mí mismo, de lo encarnado que está el Yo, de lo encarnado que estoy en este cuerpo. Esto significa vivo, vital.
La terapia craneosacral biodinámica abarca toda la gama de la experiencia humana, desde los aspectos más fisiológicos a la dimensión más transpersonal esencial del Aliento de Vida. Por tanto, tiene una profunda capacidad para mantener la integración y el equilibrio fisiológico a nivel interno. La potencia de la marea media promueve la salud y la sanación en todos los tejidos donde es capaz de manifestarse.
Cuando uno se sintoniza con la marea media siente una sensación de unidad y bienestar que interpenetra el cuerpo produciendo un sentimiento de totalidad. La marea media puede sentirse entrando en un estado de quietud y «ampliando la visión» que tenemos de nosotros mismos (para más detalles, véase capítulo 6). Un paciente describió una experiencia de la marea media dentro de su propio cuerpo «como ir deslizándose por una rampa hasta entrar en el agua» 14. De hecho, acceder a la marea media es como hundirse debajo de la superficie del mar. Es más parecido a estar en un submarino que en un barco.
Respiración interna
A medida que la marea media se expresa en los tejidos y fluidos hace que éstos «respiren» simultáneamente a este ritmo más lento. Esta respiración interna de los tejidos se llama motilidad. Todas las estructuras vivas expresan motilidad, incluyendo las aparentemente duras y rígidas, como los huesos. Nuestra percepción habitual de los huesos como una sustancia dura y sin vida se deriva del hecho de que lo que generalmente examinamos son ejemplares muertos y secos. Sin embargo, el hueso vivo rebosa vida. Recibe riego sanguíneo y nervioso, tiene un alto porcentaje de fluidos, y posee un notable grado de flexibilidad que le permite moverse.
Cuando enseñaba este trabajo, el doctor Sutherland solía pedir a los estudiantes que se centraran en lo que les ocurre a los tejidos vivos 11.
La motilidad producida por la marea media estimula a las estructuras individuales del cuerpo a expresar su movimiento craneosacral. Como observa el doctor Becker: «Los tejidos, músculos, ligamentos, estructuras óseas, los sistemas de órganos dentro de sus envolturas de tejido conjuntivo, y los fluidos que contienen, acompañan automáticamente el movimiento de las pautas bioenergéticas».
El papel de los fluidos
Los sistemas de fluidos del cuerpo desempeñan una función importante en la distribución de nuestra potencia biodinámica. El fluido es el medio en el que la potencia se expresa rítmicamente a una velocidad de 2,5 ciclos por minuto. La potencia interpenetra los fluidos, que irrigan la totalidad del cuerpo y transportan esta fuerza vital a todas sus regiones. Por tanto, el libre movimiento de los fluidos dentro del cuerpo es fundamental para diseminar la potencia biodinámica y conservar la salud.
La potencia biodinámica del Aliento de Vida ha sido descrita como «la energía que puede actuar libremente dentro de los fluidos» «. Esta potencia puede ser experimentada como una especie de «fluido dentro del fluido» 11. Encontramos un concepto similar en la medicina china, en la que se considera que los fluidos corporales transportan las fuerzas vitales y un principio ordenante básico. De hecho, cada célula del cuerpo puede ser comparada con un saco de fluido en el que «flotan» sus microscópicas estructuras internas.
La chispa del motor
Desde los primeros días de este trabajo, los terapeutas craneosacrales han reconocido de una manera especial el significativo papel que tiene el fluido cerebroespinal (FCE) en el transporte de la potencia del Aliento de Vida. El fluido cerebroespinal es el «jugo» que baña el sistema nervioso central. También es el vehículo en el que la potencia biodinámica se expresa inicialmente en el cuerpo. Así, el fluido cerebroespinal puede considerarse el principal eslabón entre la potencia del Aliento de Vida y su expresión en el cuerpo.
La potencia expresada dentro del fluido cerebroespinal actúa como la «chispa en el motor» 19, produciendo la fluctuación longitudinal de fluidos que forma parte del impulso rítmico craneal, que como sabemos tiene un ritmo un poco más rápido. El doctor Sutherland apreciaba profundamente la fuerza vital transportada por el FCE y la consideraba fundamental dentro de la actuación del movimiento respiratorio primario.. Describió la potencia del Aliento de Vida como un «elemento invisible» dentro del FCE y la fuerza que lo hace moverse».
LA MAREA LARGA
Emergiendo desde el fondo de nuestro ser, el primer movimiento del Aliento de Vida establece un impulso rítmico muy lento y profundo. Este impulso rítmico, con sus fases de surgimiento/expansión y recesión/estrechamiento, puede ser palpado en el cuerpo a lo largo de la línea media. Este ritmo más lento se denomina marea larga, y es una irradiación sutil de las cualidades más esenciales del Aliento de Vida. La marea larga es, de hecho, la manifestación más sutil de nuestra fuerza de vida. Es la base que sustenta todas las demás actividades corporales».
Percibir la marea larga es como dejarse caer hasta el fondo del mar. La marea larga subyace directamente en la marea media, siendo la fuerza que la origina. Los otros ritmos, que son más rápidos, se generan a partir de la marea larga a medida que el Aliento de Vida se despliega en sus manifestaciones externas. Los ciclos de la marea larga se expresan aproximadamente cada 100 segundos. Tiene una cualidad muy ligera y aérea; es el aliento de vida más esencial que interpenetra nuestro cuerpo. La marea larga a veces se experimenta como un ligero resplandor o un sutil viento eléctrico.
El recurso más profundo
A diferencia de las mareas más rápidas, a la marea larga no le afectan los altibajos de nuestras experiencias y condicionamientos cotidianos. Es la expresión de una capa de funcionamiento más profunda y sutil. Esta marea es de naturaleza y ritmo muy estables; resuena delicadamente e interpenetra rítmicamente el cuerpo desde el núcleo de nuestro ser. A nivel profundo, contiene el conocimiento necesario para producir la curación. Es la base de todas las funciones reguladoras del cuerpo y cuando se presenta durante la práctica clínica indica una reconexión con nuestro recurso de salud más profundo.
Quietud intrínseca
El Aliento de Vida se transmite desde el fondo de nosotros en la serie de despliegues descritos anteriormente como las «tres mareas». El núcleo de nuestro ser es un estado de quietud pura y no creada. Éste es el lugar de nuestra naturaleza profunda. Este estado básico y esencial subyace a todos nuestros rasgos individuales, a nuestra personalidad y a todos nuestros actos. Es como el fondo del mar.
Si nos relajamos profundamente, dejando llevar nuestra atención a la fuente de la que emergen todas nuestras actividades, podemos vislumbrar este estado de quietud intrínseca. A este nivel no existe la dualidad, no hay sujeto ni objeto. Muchas tradiciones espirituales han descrito este reino como nuestro estado primordial y fundamental. En los textos budistas se le asignan las cualidades de vaciedad y luminosidad. Este estado de quietud es la base de todas las formas, y en él se encuentra el pleno potencial de todas las formas. Ésta es la realidad que Buda describía cuando enseñó: «La forma es vacío, el vacío es forma, la forma no es diferente del vacío, el vacío no es diferente de la forma»
La vida emerge
Todas las expresiones de la vida emergen de la quietud. A medida que nuestro ser se va manifestando en un devenir, el Aliento de Vida empieza a expresarse como una sucesión de movimientos. Este proceso establece los distintos ritmos de las mareas del sistema respiratorio primario, y puede compararse con el girar de una rueda. El centro de la rueda permanece inmóvil, sin embargo, a medida que te mueves hacia la periferia, el movimiento es cada vez más rápido (véase Figura 2.4).
En esencia, lo que estoy describiendo aquí es el surgimiento de nuestra individualidad, el emerger de la forma. Este proceso de creación se da en cada momento de nuestras vidas y se organiza en torno a la intención creativa del Aliento de Vida. El doctor Sutherland lo describió como el mar de fondo 25. El mar de fondo del Aliento de Vida es el temblor de la vida tal como se manifiesta desde el fondo de nuestro ser.
El movimiento de este mar de fondo surge como una fuerza centrífuga (un movimiento hacia fuera), seguido de una vuelta centrípeta hacia la fuente (un movimiento hacia dentro). Estas fuerzas centrífugas y centrípetas surgen rítmicamente de la la fuente y vuelven a ella, siendo la expresión más básica de vida. Estas fuerzas pueden ser percibidas como movimientos espirales de energía, como cuando un muelle se enrosca y se desenrosca en constante movimiento.
El cuerpo está en un estado de constante reparación, regulación y regeneración. A cada momento, la fuerzas vitalizadoras del Aliento de Vida sustentan y unifican el proceso aportando orden e integración. Como dice el doctor James Jealous:
El Aliento de Vida entra en el cuerpo. Podemos sentir diversos ritmos que se crean a partir de él, y podemos percibir el proceso que tiene lugar… Realmente podemos percibir que el Aliento de Vida entra en el cuerpo, viene a la línea media, y desde la línea media genera distintos tipos de ritmos en el campo bioeléctrico, en los tejidos y en los fluidos. En esencia, está ocurriendo una génesis. Nunca se detiene. Momento a momento construimos nueva forma y función 27.
El doctor Jealous está describiendo algo extraordinario: una percepción directa del Aliento de Vida entrando en el cuerpo. Éste es un momento de creación en el que nuestra forma y todas nuestras actividades fisiológicas están siendo generadas por la expresión del Aliento de Vida.
Transmutación
Muchos terapeutas craneosacrales consideran el sistema respiratorio primario como una especie de transformador que rebaja las poderosas energías del aliento de vida básico para que puedan operar en el cuerpo. El surgimiento de cada ritmo a partir de la fuente de quietud implica una mayor condensación en la forma. Este proceso puede compararse con el transporte de la energía eléctrica a una ciudad mediante líneas de 44.000 voltios y su posterior transformación y distribución para uso doméstico en líneas de 220 voltios 28. El doctor Sutherland lo llamó proceso de transmutación 29.
Cambio de estado
La transmutación hace referencia a un cambio de estado. Como el hielo que puede convertirse en agua y después en vapor, una transmutación es la aparición de algo nuevo, una especie de «cambio de forma»
Cada despliegue emergente del Aliento de Vida supone un cambio de estado. En este proceso, cada nuevo estado se forma a partir del inmediatamente subyacente. Desde el fondo de la quietud dinámica surge el movimiento. Ésta es una transmutación expresada como marea larga. Después se genera la marea media, un movimiento rítmico que se expresa dentro de los fluidos corporales. La marea media, a su vez, se despliega en la fluctuación longitudinal del fluido cerebroespinal y en el movimiento craneosacral de los tejidos, que son más rápidos.
El principio holográfico
La relatividad y la mecánica cuántica sugieren claramente (aunque todavía no lo han probado) que el mundo no puede ser analizado como una serie de partes separadas con una existencia independiente. Es más, de algún modo, cada parte implica a todas las demás: las contiene o envuelve».
El organismo humano puede considerarse un sistema unificado en el que la totalidad está contenida en cada parte. Encontramos esta misma idea en diversos sistemas de salud como la acupuntura, la medicina ayurvédica, la terapia de polaridad, la reflexología y la iridiología. En estas terapias se usan partes concretas del cuerpo, como el pulso de la muñeca, la textura de la lengua, zonas de los pies o regiones del ojo para revelar información sobre el funcionamiento de la totalidad del sistema.
Los «ladrillos» genéticos contenidos en cada célula que conocemos con el nombre de ADN también son un buen ejemplo de este principio. Cada célula contiene tiras enroscadas de ADN que almacenan información heredada de la totalidad del cuerpo. Cada célula contiene información de la totalidad, permitiendo la creación de nuevas células compatibles con la misma impronta genética.
El modelo holográfico
Los distintos ritmos de marea producidos por el Aliento de Vida constituyen todo un sistema de movimientos interrelacionados, el sistema respiratorio primario. Cada capa del sistema respiratorio primario está contenida dentro de otra, creando un campo unificado de actividad. Por tanto, cada parte de este sistema está interconectada con las demás y tiene acceso a la totalidad.
En la visión holográfica del universo se considera que todas y cada una de las formas físicas están interconectadas de este modo. Los pioneros de este concepto fueron el neurocirujano de Stanford Karl Pribram y el célebre físico cuántico doctor David Bohm.
¿Qué es un holograma?
El comportamiento de la luz nos muestra cómo funciona el principio holográfico. Un holograma es una imagen tridimensional producida por un rayo de luz láser. Se hace pasar un rayo láser a través de un prisma que lo separa en dos ramas distintas. Una rama del rayo láser se orienta hacia el objeto que está siendo fotografiado, de modo que el objeto es reflejado en una placa o película fotográfica. La otra rama del rayo láser dividido se dirige directamente a la película fotográfica.
Digamos que el objeto fotografiado es una flor. El rayo de luz proyectado sobre la flor se denomina rayo de trabajo. Cuando el rayo de trabajo se encuentra con la flor se divide en ondas de variadas formas, como las ondas que se crean en el agua cuando arrojamos una piedra sobre ella. De modo que el rayo de trabajo queda desviado o «condicionado» por su encuentro con la flor. Algunas de las ondas de luz que rebotan de la flor se recogen en la película fotográfica.
Por su parte, la otra rama de luz láser procedente del prisma mantiene su coherencia. Sigue siendo pura luz láser sin adulteración ni condicionamiento causados por el encuentro con un objeto». Este rayo se denomina rayo de referencia, y también se refleja en la película fotográfica.
Cuando las ondas de luz procedentes de ambos rayos, el de trabajo y el de referencia, se encuentran se producen pautas de interferencia, y cuando dichas pautas de interferencia llegan a la placa fotográfica, se registran en una película que almacena una imagen tridimensional del holograma. Si a continuación diriges otro rayo de pura luz láser sobre la película fotográfica se reproduce una imagen tridimensional completa de la flor en el espacio que queda detrás de la placa.
Totalidad en la parte
Imaginemos que, después de registrar la imagen de la flor, la placa fotográfica se cae y se rompe en mil pedazos. Uno pensaría que al menos parte de la imagen se perdería. Sin embargo, cada pedazo sigue siendo capaz de reproducir una imagen de toda la flor.. Esto se debe a que cada parte individual de la película contiene de forma codificada la totalidad de la imagen. Uno de los rasgos clave del holograma es que la información de la totalidad está contenida en cada parte. En otras palabras, cada parte tiene acceso a la totalidad 14.
Rayo de referencia
Imaginemos que el rayo de referencia se bloquea mientras se está creando la imagen, y que sólo alcanzan la película fotográfica las «ondas» creadas cuando el rayo de trabajo se encuentra con la flor. Si a continuación tratamos de reproducir una imagen holográfica no se generará una imagen clara o coherente, sólo pautas caóticas. Sin embargo, aunque algunas de las «ondas» del rayo de trabajo se queden bloqueadas seguirá produciéndose una imagen. De modo que el rayo de referencia es imprescindible para mantener el orden y la integridad de la imagen codificada. Sin la coherencia que proporciona el rayo de referencia sólo se producen imágenes caóticas.
Un organismo puede considerarse como una especie de sistema holográfico en el que todo está intrínsecamente interconectado. Además, el rayo de referencia de un holograma es parecido
1 al principio ordenante esencial del Aliento de I, Vida, que mantiene la integridad y coherencia del 1 cuerpo. Si el Aliento de Vida se queda bloqueado i o restringido se produce el desorden o caos, y se ~ pierde la coherencia. Uno de los principales objetivos del trabajo craneosacral es reconectar las ~ partes que están en estado caótico con el «rayo de ~ referencia» del Aliento de Vida 16.
Memoria holográfica
Uno de los grandes misterios que confunde a los neurólogos investigadores es: ¿cómo se almacena la memoria en el cerebro? Aunque estén dañadas diversas partes del cerebro, e incluso aunque se extirpen quirúrgicamente, la memoria puede mantenerse intacta. Esto demuestra que la función memoria no se localiza en un lugar concreto del cerebro. Parece que la memoria está plegada en la totalidad del cerebro.
El doctor Karl Pribram defiende que, en muchos sentidos, el cerebro actúa como un holograma, y sugiere que la memoria se almacena de manera similar a las imágenes holográficas en la película fotográfica. Si es así, esto explicaría que cada recuerdo no tenga una localización concreta, sino que está distribuido por la totalidad del cerebro 38. En el modelo holográfico, cada parte del cerebro contiene información relacionada con la totalidad, y por tanto tiene acceso a todas las demás partes.
Los hologramas requieren una fuente de luz coherente. Investigaciones recientes indican que, de hecho, el cerebro es capaz de comunicar y procesar información mediante haces de luz. Esto se añade a la comunicación lineal que tiene lugar a través de las rutas nerviosas. Se ha comprobado que las células cerebrales pueden emitir luz coherente en ondas organizadas 39. Estas ondas de luz son el medio ideal en el que la memoria podría distribuirse holográficamente. Algunos investigadores sugieren que el fluido cerebroespinal es el vehículo que transporta esta luz 40. De hecho, se han encontrado biofotones, pequeñas partículas de energía capaces de emitir luz, en los fluidos vitales de todos los organismos vivos.
Orden implicado y explicado
El doctor David Bohm propuso la existencia de un principio unificador que vincula holográficamente la totalidad de la creación. Aventuró que, aunque todas las formas de la creación parecen estar separadas externamente, están, de hecho, conectadas por un orden implícito subyacente. El doctor Bohm habló de un «universo holográfico» que tiene dos aspectos: un reino implicado interno y un reino explicado externo.
- Universo holográfico
- Información plegada
- Información desplegada
- Reino explicado
- Reino implicado que subyace al explicado
- Reino explicado
- Sucesos aleatorios a:
- Se puede observar que estos mismos sucesos nivel explicado. están conectados a nivel implicado
El reino implicado es un dominio de totalidad indivisa que es la base de todas las formas. El reino explicado es el dominio donde las cosas parecen (al menos superficialmente) estar separadas; es lo que vemos con nuestros ojos. Sin embargo, el reino de la totalidad implicada siempre está contenido dentro de cada parte explicada. Franklyn Sills señala: «Lo que en principio parecen sucesos aleatorios sin relación pueden, en realidad, estar completamente interrelacionados a nivel implicado».
Estas propuestas encajan muy bien con la visión que tenía el doctor Sutherland del sistema respiratorio primario. En el concepto craneosacral, los ritmos de las mareas del Aliento de Vida emergen de un reino implicado de quietud dinámica. Dentro de cada reino emergente están plegados todos los demás; es algo parecido a una serie de muñecas ñecas rusas. En el sistema respiratorio primario existen ritmos interpenetrantes dentro de otros ritmos, todos ellos derivados de un campo unificado. Cada despliegue rítmico es una expresión particular de un principio plegado universal.
El reino de la unidad
Según la visión holográfica, cada cosa en la vida está conectada con todas las demás, y todo está contenido en todo lo demás. Incluso se piensa que la totalidad del universo está contenida holográficamente en cada átomo. Cada átomo puede considerarse como un pequeño universo individual en el cine unas partículas giran en tomo a otras como el sol y los planetas del universo externo.
La existencia de un reino intrínseco de unidad es reconocida por muchas tradiciones espirituales, además de por la moderna física cuántica. Por ejemplo, tanto la cristiandad como el judaísmo se refieren a Dios, o «lo divino», como un principio universal e indivisible. Todas las filosofías orientales se basan en el principio de una unificación fundamental de materia y experiencia. Los budistas llaman a este estado subyacente shunyata: nuestra verdadera naturaleza no manifestada, plegada. La depurada experiencia religiosa de unidad descrita por los místicos puede referirse a este trasfondo implicado y universal».
visión sugiere que la totalidad esencial existente en el fondo de nuestro ser se encuentra intrínsecamente en cada parte separada. Reconectando con este reino implicado es cómo podemos, acceder a nuestro mayor potencial y podemos llegar a la curación fundamental. Regresando a esta fuente de totalidad puede ser posible borrar todo lo anterior y volver a empezar de nuevo.
Matriz original. La salud puede definirse como el emerger de la Originalidad. La Originalidad expresa un completo equilibrio de estructura y función, tal como se manifiesta en la creación de un ser humano.
Doctor James Jealous
Imperativo embriológico
Desde el momento mismo de la concepción, el cuerpo se forma en torno a un diseño primario que es muy preciso. Cuando las primeras células empiezan a dividirse, de algún modo saben crear un ser humano… ¡en lugar de crear cualquier otra cosa! En este proceso se manifiesta un grado extraordinario de orden e inteligencia. Sin embargo, se ha descubierto que en este primer estadio no existen mecanismos genéticos capaces de promover un desarrollo tan organizado. Según los eminentes embriólogos Blechschmidt y Gasser, el ordenamiento y la organización que se expresan al principio de nuestro desarrollo no tienen su origen en la genética que actúa en nuestro ADN. Tal como ellos dicen: «Los factores hereditarios son una condición importante, pero no única, para el proceso de diferenciación… Los genes mismos no realizan el proceso de diferenciación» 48.
Aparentemente, las influencias genéticas no empiezan a actuar plenamente hasta unas seis semanas después de la concepción 49. Por tanto, aquí surge una pregunta importante: ¿qué produce coherencia durante las primeras etapas de nuestro desarrollo? Los doctores Blechschmidt y Gasser proponen que en los fluidos corporales hay un principio ordenante que produce esa organización. Y es significativo que el doctor Sutherland llegara a esta misma conclusión al considerar la función que desempeñan los fluidos en el transporte del principio ordenante intrínseco al Aliento de Vida.
Impronta esencial
El Aliento de Vida transporta una impronta esencial de salud, llamada Matriz Original por el doctor James Jealous. Esta impronta es un principio ordenante profundo e inalterado que los ritmos de las mareas del movimiento respiratorio primario distribuyen por el cuerpo de manera intrínseca. La matriz original también recibe el nombre de intención original porque está presente en el principio mismo de la vida, cuando las células del embrión empiezan a formarse y diferenciarse 50. No obstante, este mismo imperativo embriológico continúa estando presente a lo largo de toda la vida, en cada momento de creación. Los ritmos del Aliento de Vida distribuyen continuamente un orden intrínseco a los fluidos y, a través de ellos, a cada célula del cuerpo. Los diversos sistemas de tejidos y fluidos corporales se forman en torno a esta impronta esencial y son mantenidos por ella hasta el momento de la muerte. Mientras hay vida, este principio ordenante no se pierde nunca». Franklyn Sills concluye:
En el trabajo de curación éste es un punto crítico que debemos entender Por muy desesperada que sea la situación, la información de la totalidad, su principio ordenante inherente, o impronta, sigue estando disponible en cada parte. De modo que la impronta de salud está presente en cada parte, y sigue estando disponible si podemos acceder a él l2.
Facilitar el orden y la salud
Como la matriz original es distribuida por los ciclos del movimiento respiratorio primario, la capacidad que tengan las células de expresar el Aliento de Vida tiene importantes consecuencias para su salud. A nivel fundamental, el movimiento respiratorio primario mantiene el orden y la integridad de cada célula. El objetivo del tratamiento craneosacral es facilitar la expresión de la matriz original en los tejidos que se han desordenado al ser afectados por una patología. Favoreciendo la manifestación del Aliento de Vida a nivel celular, el terapeuta craneosacral actúa como facilitador de esta impronta esencial de salud. Como dice el doctor Jealous:
La penetración del Aliento de Vida en los tejidos desorientados restablece la matriz original. La matriz original es una forma transportada por la potencia del Aliento de Vida alrededor de la cual se organizará el mundo molecular y celular siguiendo la pauta Original establecida por el Maestro Mecánico II.
La historia de Sarah
El caso de Sarah es un buen ejemplo de cómo se puede experimentar el resurgir de la matriz original. Sarah había venido a tratamiento craneosacral a causa de un problema serio y persistente en la parte baja de la espalda. Su médico le había recomendado una operación quirúrgica para extirpar uno de los discos de la columna, pero Sarah se resistía a esa solución y buscaba una alternativa. Al sintonizar con su sistema respiratorio primario desde los pies, la sabiduría intrínseca de su cuerpo empezó a hacerse cargo de la situación. Lo que sigue es su descripción personal.
Sarah empezó a sentir una lenta ola que se movía por su cuerpo. La ola partió de sus pies, subió por las piernas, llegó hasta la parte baja de la espalda y después al disco que estaba dándole problemas. A medida que esta ola interpenetra la parte baja de la espalda, ella pudo sentir con precisión que los tejidos en torno al disco se reordenaban. La ola continuó ascendiendo por su columna y se quedó atascada en el hueso occipital, en la base del cráneo. Empezó a sentir un intenso dolor en esa zona. Entonces, una imagen muy intensa invadió su mente: «¡Oh, Señor! ¡Me recuerdo saliendo despedida de la motocicleta y chocando con la parte trasera de un autobús!» Sarah había tenido un accidente unos años antes, cuando aterrizó de cara sobre la parte trasera de un autobús arrancándose varios dientes. A continuación recordó que después del accidente tuvo que hacer muchas visitas al dentista; le venían imágenes esporádicas de aquella temporada de su vida. Seguidamente sintió que la ola pasaba de la parte posterior de su cabeza hacia su cara, y después volvía a descender por su cuerpo. En este punto el dolor y las imágenes asociadas con el accidente desaparecieron completamente. Entonces Sarah exclamó: «¡Ahora mi cuerpo se siente como está destinado a sentirse!»
Sabiduría inviolable
Se considera que los ritmos sutiles producidos por el Aliento de Vida son las principales fuerzas autorreguladoras y autocurativas del cuerpo. El doctor Sutherland describió que la potencia del Aliento de Vida acarrea una sabiduría pura e inviolable que está más allá de la inteligencia relativamente escasa de nuestros propios conceptos e ideas humanos. Esta potencia transporta nuestra matriz original de salud. Por tanto, la expresión equilibrada del movimiento respiratorio primario asegura una distribución constante de la salud inherente a todas las células del cuerpo. En palabras del doctor Rollin Becker:
Nos proporciona pruebas fisiológicas de la existencia de salud en toda la fisiología corporal, y también pruebas de falta de salud en cualquier área de disfunción. Puede usarse como herramienta de diagnóstico y tratamiento, y es una manifestación de la vida dentro del paciente que el médico puede usar para devolver la salud a dicho paciente II.
Yo personalmente uso el impulso rítmico craneal, o movimiento respiratorio primario para seguir esa fluctuación energética por el aura de la persona y, asi percibo cinestésicamente los nudos de energía o quistes energéticos. Una vez localizado ese torbellino de energía retorcida y, que puede adoptar diferentes formas y tamaños, se procede a su disolución y limpieza. Después de tiene que recargar la zona del aura afectada y, volver a realizar esta sanación en los próximos días, para asegurar que esa zona del aura quede reflejando correctamente las mareas internas del ser humano.
Si fortalecemos el campo de energía humano, la salud integral e innata del ser humano se realiza de forma automática.
Estoy totalmente convencido que con estas cuatro técnicas a aplicar se obtienen resultados verdaderamente asombrosos y, que, con cualquier otra terapia manual directamente en el cuerpo, parece una labor ardua, sino imposible. El dolor, la enfermedad hay que tratarlos directamente desde el aura o campo de energía humano. Este es el caldo de cultivo para la medicina del siglo XXI. Claro está que, desde jóvenes tenemos que aprender a manejar y conocer nuestro campo de energía humano y saberlo subir de niveles de vibración.
Como se observa en estas ilustraciones los nervios espinales irradian a todos nuestros órganos, a través de los agujeros ínter espinales. Pues cuanto mejor sea la energía de nuestra aura, mejor tendremos las mareas energéticas de nuestro cuerpo y mejor será la comunicación neuronal y nerviosa de nuestro cuerpo. Los nervios espinales son la base de nuestra salud. Si en nuestra aura tenemos muchos nudos de energía, éstos tiran del tejido fascial y a la vez afectarán a los nervios espinales, mediante las tensiones reciprocas que tenemos en todo nuestro organismo.
Toda tensión muscular, enfermedad o cualquier cosa, tiene su contrapartida en el campo energético humano. Casi todas las personas tienen muchos nudos o quistes de energía que, sin darse cuenta, los llevan por muchos años o por siempre, debilitando su campo de energía. Estas tensiones afectan sin lugar a dudas de forma sutil a la salud integral de la persona. Simplemente cada uno de nosotros debería de tener abierto su canal de sanación y transmisión de energía y realizar descansos en la vida diaria para interiorizar en distintas partes de nuestro cuerpo para sanar, energetizar y equilibrar, cada parte de nuestro cuerpo.
Así que yo, Juan Carlos, diría que la medicina del mañana se fundamentara en sanar y limpiar el campo de energía humana y dejar que el cuerpo-alma-espíritu realice los ajustes necesarios en el cuerpo físico.
En 1977 en un seminario a osteópatas franceses en París. Resultó que un osteópata francés muy conocido, Jean-Pierre Barral, actuó como paciente sobre la mesa de tratamiento. El osteópata estudiante, estaba siendo ayudado por Monique, mi asistente, a aprender la colocación adecuada de las manos.
Parece que mientras ella le tocaba la cabeza durante el proceso de instrucción de colocación de manos, él tuvo la impresión de que había algún problema visceral en el cuerpo de ella que le gustaría definir más concretamente. Él tenía que comunicarme sus sensaciones a través del intérprete. El indicó que para el examen que iba a realizar no tenía necesidad de tocar el cuerpo de Mónica de ninguna forma, ni siquiera a través de su ropa. Yo describí la extraña petición de Jean-Perre a Mónica. Ambos, ella y yo estábamos intrigados por lo que este osteópata francés estaba detectando como un problema visceral en ella mientras le tocaba, y más aún porque él pudiera definir más concretamente el problema sin tocarla realmente y sin quitarse ropa alguna. Mónica accedió al examen. Yo informé al intérprete y él me aseguró que Jean Pierre era totalmente honesto, ético y quizás era el practicante de osteopatía más famoso en toda Francia. Yo estaba muy intrigado. Me había graduado en el Colegio de Osteopatía y Cirugía de Kirksville en Missouri; una escuela llena de tradición. Nunca había tenido el privilegio de observar nada parecido.
Pidió a Mónica que se tendiera de espaldas completamente vestida sobre la mesa de tratamiento. Jean Pierre comenzó a mover sus manos sobre el cuerpo de ella en círculos y cortas pasadas. Sus manos permanecían siempre entre 20 y 60 centímetros de ella, moviéndose entre esas distancias. Después comenzó a susurrar para sí mismo. Después de uno o dos minutos comenzó a hablar para el intérprete, quien nos dio una historia médica y quirúrgica precisa de Mónica. El habló de apendicitis a los 20 años, de las dos cicatrices de cesárea años más tarde, y acerca de su problema de tiroides durante uno de los embarazos. Fue muy impresionante porque todo esto llevó sólo unos minutos, y él no la tocó en ningún momento. El olvidó la caída de espaldas con fractura de sacro cuando ella tenía unos 11 años. Él sabía que había algo mal allí, pero no sabía que es lo que era. El problema que llamó su atención inicialmente estaba relacionado con una curación inadecuada después de una cesárea. Esto fue verificado después como una causa de dolor en la pelvis. Esta verificación se produjo unos cinco años después durante una exploración quirúrgica debido a ese problema. Después de completar la evaluación de Mónica, Jean-Pierre me invitó a utilizar mi propio enfoque para evaluar su cuerpo. En ese momento del seminario, estaba enseñando a utilizar la evaluación del sistema sacrocraneal en la cabeza del paciente para descubrir problemas en el cuerpo.
Las bases de esta técnica se encuentran en el hecho de que los problemas que existen en el exterior del sistema sacrocraneal se reflejan al final en el sistema sacrocraneal y pueden ser descubiertos por un evaluador experimentado. Sostuve la cabeza de Jean-Pierre y evalué la movilidad de su membrana duramadre dentro del canal espinal. De esta forma descubrí su problema de estómago. Él se quedó tan impresionado con mi acierto como yo con el suyo. Comenzamos a ser buenos amigos. Jean-Pierre y yo, junto con nuestras familias, hemos pasado temporadas juntos casi todos los años desde aquél primer encuentro en París. Compartimos nuestras experiencias y continuamente investigamos juntos y discutimos los conceptos del otro. Yo cuento esta historia porque creo que, de algún modo, Jean-Pierre ha entrado en la memoria de los tejidos.
Según le he visto trabajar durante los pasados años, me ha quedado claro que, más de la mitad de las veces, Jean-Pierre no sintoniza con la persona al completo, sino que lo hace con una parte de esa persona. Parece que olvida la persona completa y de alguna manera obtiene información de los tejidos y órganos sobre los que está centrado. Yo sé que es un extraño concepto a considerar, pero viendo el trabajo de Jean-Pierre, te das cuenta que lo que hace es bastante excepcional. Él se comunica con los tejidos. Mi intuición me dice que él obtiene su historial médico o quirúrgico de los órganos y tejidos individuales más que por conexión psíquica o telepática con la mente del paciente. A propósito, Jean-Pierre enseña lo que él hace con bastante éxito a estudiantes serios.
Él ha venido a los Estados Unidos y ha impartido seminarios para el Instituto Upledger durante varios años consecutivos.