10- Movimiento respiratorio primario
El movimiento respiratorio primario es un concepto utilizado en terapia craneosacral para describir un ritmo sutil y rítmico que se encuentra en el cuerpo humano. Se refiere a un movimiento rítmico y sutil que se percibe en los tejidos y fluidos del cuerpo, especialmente en el sistema nervioso central y en las membranas craneales.
Este movimiento respiratorio primario es considerado una manifestación del impulso vital o energía vital que fluye a través del organismo. Se cree que este movimiento es generado por la actividad rítmica del líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal. A medida que este líquido fluye y pulsa, se genera un movimiento que se propaga a través de las membranas craneales y se extiende por todo el cuerpo.
El terapeuta craneosacral utiliza su capacidad de palpación y percepción sutil para detectar y seguir este movimiento respiratorio primario. A través de técnicas suaves y no invasivas, el terapeuta puede trabajar en armonía con este movimiento, facilitando la liberación de restricciones y promoviendo la restauración del equilibrio y la salud en el cuerpo.
El movimiento respiratorio primario se considera un reflejo del estado de salud y vitalidad del organismo. Cualquier alteración en este movimiento puede indicar la presencia de restricciones, tensiones o desequilibrios en el sistema. Al trabajar con este movimiento, la terapia craneosacral busca promover la autorregulación del cuerpo, la relajación profunda, la liberación de bloqueos y la restauración de la armonía y el bienestar general.
Es importante destacar que el movimiento respiratorio primario no está necesariamente relacionado con la respiración pulmonar consciente y voluntaria. Se trata de un movimiento sutil y autónomo que ocurre de manera continua en el cuerpo, incluso en ausencia de la respiración consciente.
Inhalación o flexión
Durante la fase de inhalación del movimiento respiratorio primario se produce una expansión lateral y un sutil movimiento ascendente del tubo dura y de todo el cuerpo. En el cráneo se puede percibir fácilmente una expansión general de todos sus huesos. La llave maestra de esta expansión craneal es la articulación esfenobasilar, entre el esfenoides y el occipital. Durante esta fase las extremidades del cuerpo giran ligeramente hacia el interior, así como en menor medida todo el cuerpo en general. Una palpación en los pies, tobillos, manos y codos y observamos una rotación interna. Una palpación en el tórax, abdomen o cuello y en menor medida notaremos una expansión rotación exterior. Se puede explicar como todas las estructuras y órganos pares hacen una rotación externa.
El sacro en esta fase hace un movimiento de nutación, o sea el vértice del sacro, el coxis, tiene un ligero movimiento anterior y la base del sacro junto con la quinta vértebra lumbar realizan un movimiento parecido a la articulación esfenobasilar, ose, se abre su lado posterior. El movimiento de nutación y contra nutación del sacro se debe al movimiento de las duras madres medulares que en su inserción en el agujero magno y debido al movimiento de la articulación esfenobasilar hace un juego de poleas, palancas. En la inhalación la parte posterior del agujero magno y la dura madre espinal bajan y la parte anterior sube, es un mecanismo biomecánico.
En todo este mecanismo de flexión y extensión la hoz del cerebro, la tienda del cerebelo y la hoz del cerebelo tienen un papel importantísimo. Esta zona de membranas de la dura madre hace el papel de diafragma o corazón craneosacral.
EL MECANISMO ESFENO-BASILAR
La articulación del esfenoides y la porción basilar del occipital, justo antes del foramen mágnum, es el soporte funcional del movimiento óseo craneal.
Esta articulación, una sincondrosis, actúa como un sutil engranaje de bisagra, con el esfenoides flexionando hacia delante y el occipital flexionando posteriormente.
En la flexión esfeno-basilar, el esfenoides gira hacia delante, de manera que la parte del esfenoides que se articula con la porción basilar del occipital (basiesfenoides) se eleva y las apófisis pterigoides se desplazan hacia abajo. Al mismo tiempo la occipital gira hacia detrás de forma que la porción basilar se eleva y las escamas y las porciones laterales descienden.
Durante la flexión esfeno-basilar, el etmoides gira en dirección contraria al esfenoides y en la misma dirección que el occipital. En la flexión esfeno-basilar el vómer es desplazado hacia abajo, dado que la parte anterior del esfenoides se desplaza en esa dirección. Durante la extensión esfeno-basilar todos los movimientos descritos para la flexión se invierten. Los huesos pares se mueven hacia las rotaciones interna y externa, ya que acompañan los movimientos de flexión y extensión de la articulación esfeno-basilar. En la flexión esfeno-basilar se produce rotación externa de los huesos pares, y durante la extensión se produce rotación interna.
La combinación de flexión y extensión de los huesos impares centrales y las rotaciones interna y externa de los huesos pares, provoca cambios observables en el contorno del cráneo. Con la flexión el diámetro transversal del cráneo aumenta, el diámetro antero-posterior disminuye y el vértex se aplana. Con la extensión esfeno-basilar, el diámetro transverso disminuye, el antero-posterior aumenta y el vértex se hace más prominente.
Como ya se ha expuesto, los huesos pares, son los parietales, los temporales, el frontal, los malares, los maxilares superiores, los palatinos y los nasales. Su movilidad se describe como rotación externa e interna y normalmente se produce sincrónicamente con los movimientos de flexión y extensión esfeno-basilar. Durante la flexión esfeno-basilar se produce rotación externa de los huesos pares. Durante la extensión se produce rotación interna.
El esfenoides determina las características de movilidad de los huesos faciales pares.
La disfunción de la mitad frontal del cráneo, en especial de los huesos faciales está relacionada con la alteración de la función del esfenoides. La disfunción de la mitad posterior del cráneo está relacionada con la disfunción del hueso occipital.
La base del cráneo está directamente relacionada con la columna vertebral. Embriológicamente ambas partes evolucionan a la vez a partir del cartílago derivado del notocordio. Entender y comprender esto nos ayuda a comprender la relación entre la base del cráneo y toda la columna vertebral. Por tanto, es muy probable que una tensión desequilibrada en las membranas o en el occipital, puede provocar en la etapa de crecimiento de un bebe, una torsión o desviación de la columna vertebral.
MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL ESFENOIDES
Principalmente nos dedicaremos a los ejes de flexión y de extensión, pues es el único movimiento fisiológico que se sustenta sobre la bisagra esfeno-basilar, una sincondrosis.
Esta es la bisagra articular que funciona a través de un eje horizontal que atraviesa el occipital y el esfenoides y dentro de estos dos ejes la bisagra se va a abrir y cerrar, gracias al sistema de llenado y vaciado del líquido cefalorraquídeo. Aunque tienen otros ejes de movimiento como contra laterales, verticales, dos ejes oblicuos y, además, un eje de rotación, pero ya son movimientos patológicos.
En una flexión el eje se traslada en dirección caudal y en la extensión se desplaza en dirección craneal. Este es el movimiento natural que podemos observar en una cabeza perfecta, aunque muy pocos de nosotros lo tengamos.
Solemos tener movimientos arbitrarios, sin sentido, se nos moverá de abajo hacia arriba, en oblicuo, un ala en flexión y otra en extensión, no pasa nada, vamos a solucionar cualquier problema del hueso esfenoides.
En la flexión esfeno-basilar observaremos los desplazamientos siguientes:
- Las puntas del ala mayor se desplazan anterior e inferiormente.
- La silla turca se desplaza hacia arriba y hacia delante.
- El extremo anterior del cuerpo del esfenoides se desplaza hacia abajo.
- El extremo posterior del cuerpo del esfenoides se desplaza hacia arriba.
- La apófisis pterigoidea se desplaza hacia la zona posterior y el gancho pterigoides por su forma se desplaza un poco lateralmente.
El esfenoides regresa a su posición neutra en el momento de la extensión esfeno basilar.
EL MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL OCCIPITAL
El occipital tiene un movimiento respiratorio primario abriéndose desde la sutura lambdoidea y pivotando básicamente desde la articulación esfeno basilar. La apertura comienza desde la zona superior de la sutura lambdoidea hacia abajo y justo un poco antes de llegar al final se abre lateralmente. O sea, primero desciende, luego se abre lateralmente, luego se cierra lateralmente y luego sube. Todo según un eje transversal que atraviesa la articulación esfeno basilar.
MOVIMIENTO FISIOLÓGICO DE LOS HUESOS FRONTALES
En el cráneo neonatal, en el bebe existen dos huesos frontales separados por la sutura metópica central, la cual en todas las personas se calcifica en la niñez o adolescencia. Aun así, en terapia cráneo-sacral hablamos de dos frontales que respiran de delante hacia atrás, de manera simétrica. El punto fijo del frontal es arriba del tabique nasal en la sutura frontonasal. La sutura coronal es la que se abre hacia delante pivotando sobre el entrecejo, y casi al final del recorrido se abre hacia el exterior un poco.
A efectos de diagnóstico y tratamiento el frontal consiste en dos huesos separados por su zona medial en su sutura metópica. Esta sutura aún en los adultos está funcionable en un diez por ciento.
El eje que se observa en el movimiento respiratorio primario del frontal es un eje de rotación que incide en ángulo recto y atraviesa la eminencia frontal. El hueso frontal se desplaza de manera siguiente:
- La glabela o protuberancia frontal media se desplaza muy ligeramente posteriormente y con una ligera inclinación ascendente.
- El borde supra orbitario se desplaza ligeramente anterior descendente.
- Los ángulos anteriomediales de la órbita ocular se desplazan como la glabela, ligeramente posterior y superior.
- Los ángulos laterales de la órbita se desplazan un poco anterior y descendente.
- La línea de la sutura coronal y en especial la zona alta se desplaza con un gran movimiento relativo hacia la zona anterior y descendentemente. Casi hacia el final de su recorrido hace una gran separación exterior, a través de su línea media o sutura metópica.
- El área en forma de L del ala mayor del esfenoides, sigue el movimiento del ala y se desplaza en sentido antero lateral, con una ligera inclinación descendente.
Todas las partes vuelven a su posición de partida en la fase de contracción o extensión esfeno-basilar.
MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL PARIETAL
Cada parietal puede expresar su movimiento independiente del otro. Su correcto movimiento respiratorio primario es el que ambos suben y justo antes de llegar a su final de subida hacen una separación externa. O sea, suben y se abren, y descienden y se cierran. Este es el movimiento correcto y junto con un buen ritmo y simetría nos encontraremos con un perfecto movimiento fisiológico de los parietales.
Definiremos ejes de movimiento a cada uno de los huesos parietales. El movimiento de los temporales se adapta a los restantes movimiento de los huesos esfenoides especialmente, a los temporales, al occipital y al frontal. Si algunos de estos huesos tienen un movimiento distorsionado o inexistente, puede influir al correcto movimiento de los parietales.
En muchos de nosotros podremos encontrar movimientos patológicos en los parietales, debido a traumatismos craneales como en los provocados en los nacimientos complicados y con fórceps, o en golpes debido a un accidente o simplemente por enormes bloqueos mentales repetitivos.
Una desviación en algunos de estos grandes huesos provocara en una gran tensión de la membrana meníngea craneal. La duramadre, la aracnoides y la pía madre se encuentran forzadas en una especie de arrastre fascial.
Esto es debido simplemente por tensiones mentales o problemas mentales mal asimilados que han reprimido las fascias craneales. Ya no hay una total fluidez mental, ya que los pensamientos están agarrotados, atascados, esclerotizados.
Tanto sucede en una dirección, como en otra. Un traumatismo físico provoca rigidez y problemas mentales como a la inversa, los problemas mentales mal digeridos provocan traumatismo craneal.
FISIOLOGIA DEL MOVIMIENTO DEL TEMPORAL
El movimiento respiratorio primario del temporal se realiza con un eje variable que va desde la superficie yugular, hasta el ápice. Durante la flexión esfeno-basilar la porción petrosa del temporal gira alrededor del eje, con el borde superior desplazándose hacia el exterior del cráneo. A la vez se producen estos otros movimientos:
- El borde superior de la porción escamosa oscila anterior y lateralmente.
- La porción mastoidea se desplaza anterior y lateralmente.
- La apófisis mastoidea se desplaza posterior y medialmente.
- El extremo anterior de la apófisis zigomática se desplaza inferiormente.
- El borde occipital del porcino mastoideo se desliza en el borde mastoideo de la escama occipital.
- El ápice petroso oscila lateralmente alejándose de la apófisis del occipucio mientras la apófisis mencionada se eleva.
La articulación o sutura temporal se parece a las branquias de los peces.
El temporal tiene dos ejes oblicuos contrarios.
Su movimiento es que primero se abre el mastoides y por tanto se abre la escama inferior, se cierra la escama inferior y se abre la escama superior. Es como las branquias de los peces que tienen un eje de rotación oblicuo.
Cuando la articulación esfeno-basilar vuelve a su posición de reposo el temporal regresa a su punto neutro.
MOVIMIENTO FISIOLOGICO DE LOS MAXILARES
Aquí como en el hueso frontal destacamos dos maxilares, el derecho y el izquierdo, separados por la sutura intermaxilar. En el momento que el esfenoides desciende a través de un juego de palancas o de engranajes el maxilar se abre. Es como un juego de poleas, como en el mecanismo de un reloj suizo.
En la flexión esfeno-basilar el esfenoides articula con el vómer, el etmoides y los palatinos y hace que el maxilar descienda y casi al final se habrá. Este es su movimiento, desciende, se abre y luego se cierra y asciende. Este es su movimiento respiratorio primario, aunque en muchos casos notaremos como un lado del maxilar respira y el otro no.
MOVIMIENTO FISIOLOGICO DE LA MANDÍBULA
La articulación temporo-mandibular, al igual que el frontal, hablamos de dos mandíbulas. La mandíbula derecha y la izquierda.
Depositaremos las manos suavemente en las ramas inferiores de las mandíbulas y lo que vamos a sentir es un ensanchamiento y seguido un descenso de las mandíbulas con una traslación anterior en el momento de flexión cuando la cabeza se llena del fluido cerebro espinal. Entonces la mandíbula al mismo tiempo que realiza un movimiento de expansión baja en dirección caudal y anteriormente y al final de la flexión realiza un pequeño movimiento de elevación.
Por tanto, es bajar y al final sube un pelín de nada y regresa. Está siguiendo su movimiento natural, el mismo ángulo inferior mandibular.
MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL VÓMER
En el movimiento de flexión del esfenoides tenemos un descenso posterior de vómer y un ascenso anterior del vómer y un descenso y apertura lateral de los palatinos y una apertura de la sutura sagital de los palatinos.
MOVIMIENTO FISIOLOGICO DE LOS HUESOS PALATINOS
Ambos palatinos tienen un movimiento de descenso y apertura y después de cierre y ascenso. Todo en perfecto equilibrio en ritmo y simetría.
En la fase de flexión esfeno-basilar el cuerpo del esfenoides empuja a los palatinos hacia abajo, siguiendo a la apófisis pterigoidea del esfenoides. Casi al final del recorrido se produce una apertura y rotación externa entre ambos palatinos. En el momento de la extensión los palatinos se cierran y ascienden.
En resumen, el movimiento respiratorio primario es un ritmo sutil y rítmico que se percibe en los tejidos y fluidos del cuerpo. Es considerado un reflejo de la vitalidad y el equilibrio del organismo, y se utiliza en la terapia craneosacral como una guía para facilitar la restauración de la salud y el bienestar.