15- Mecanismo esfeno-basilar
El mecanismo esfeno-basilar es un concepto utilizado en terapia craneosacral que se refiere a la relación entre el hueso esfenoides y la base del cráneo. El hueso esfenoides es una estructura en forma de mariposa ubicada en la parte central del cráneo y se considera una piedra angular en la terapia craneosacral debido a su importancia en la movilidad y equilibrio del sistema craneosacral.
El mecanismo esfeno-basilar se refiere a las sutiles articulaciones y movimientos que ocurren entre el hueso esfenoides y las estructuras de la base del cráneo, como el occipital y el temporal. Estos movimientos son esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema craneosacral y pueden influir en la salud y el bienestar general.
Cuando el mecanismo esfeno-basilar está equilibrado y fluido, se permite un adecuado flujo del líquido cefalorraquídeo y se promueve la salud en todo el cuerpo. Sin embargo, si hay restricciones o desequilibrios en este mecanismo, puede haber efectos negativos en el sistema craneosacral y en el organismo en general.
Los terapeutas craneosacrales utilizan técnicas específicas para evaluar y tratar el mecanismo esfeno-basilar, con el objetivo de liberar cualquier restricción o tensión que pueda estar presente. Esto se logra a través de suaves manipulaciones y ajustes en el hueso esfenoides y las estructuras adyacentes, facilitando así la restauración del equilibrio y la armonía en el sistema craneosacral.
La articulación del esfenoides y la porción basilar del occipital, justo antes del foramen mágnum, es el soporte funcional del movimiento óseo craneal. El hueso esfenoides como la llave maestra.
Esta articulación, una sincondrosis, actúa como un sutil engranaje de bisagra, con el esfenoides flexionando hacia delante y el occipital flexionando posteriormente.
En la flexión esfeno-basilar, el esfenoides gira hacia delante, de manera que la parte del esfenoides que se articula con la porción basilar del occipital (basiesfenoides) se eleva y las apófisis pterigoides se desplazan hacia abajo. Al mismo tiempo el occipital gira hacia detrás de forma que la porción basilar se eleva y las escamas y las porciones laterales descienden.
Durante la flexión esfeno-basilar, el etmoides gira en dirección contraria al esfenoides y en la misma dirección que el occipital. En la flexión esfeno-basilar el vómer es desplazado hacia abajo, dado que la parte anterior del esfenoides se desplaza en esa dirección. Durante la extensión esfeno-basilar todos los movimientos descritos para la flexión se invierten. Los huesos pares se mueven hacia las rotaciones interna y externa, ya que acompañan los movimientos de flexión y extensión de la articulación esfeno-basilar. En la flexión esfeno-basilar se produce rotación externa de los huesos pares, y durante la extensión se produce rotación interna.
La combinación de flexión y extensión de los huesos impares centrales y las rotaciones interna y externa de los huesos pares, provoca cambios observables en el contorno del cráneo. Con la flexión el diámetro transversal del cráneo aumenta, el diámetro antero-posterior disminuye y el vértex se aplana. Con la extensión esfeno-basilar, el diámetro transverso disminuye, el antero-posterior aumenta y el vértex se hace más prominente.
Como ya se ha expuesto, los huesos pares, son los parietales, los temporales, el frontal, los malares, los maxilares superiores, los palatinos y los nasales. Su movilidad se describe como rotación externa e interna y normalmente se produce sincrónicamente con los movimientos de flexión y extensión esfeno-basilar. Durante la flexión esfeno-basilar se produce rotación externa de los huesos pares. Durante la extensión se produce rotación interna.
El esfenoides determina las características de movilidad de los huesos faciales pares.
La disfunción de la mitad frontal del cráneo, en especial de los huesos faciales está relacionada con la alteración de la función del esfenoides. La disfunción de la mitad posterior del cráneo está relacionada con la disfunción del hueso occipital.
La base del cráneo está directamente relacionada con la columna vertebral. Embriológicamente ambas partes evolucionan a la vez a partir del cartílago derivado del notocordio. Entender y comprender esto nos ayuda a comprender la relación entre la base del cráneo y toda la columna vertebral. Por tanto, es muy probable que una tensión desequilibrada en las membranas o en el occipital, puede provocar en la etapa de crecimiento de un bebe, una torsión o desviación de la columna vertebral.
COMO TRATAR LA ARTICULACIÓN ESFENO-BASILAR
Para reequilibrar la zona esfeno-basilar tendremos que escuchar el impulso rítmico del LCR con mucha sensibilidad y localizar la zona de la lesión que siempre será la de más movilidad o de más separación de su sincondrosis.
Una vez localizado el tipo de lesión trataremos con nuestra intención de exagerar la lesión más todavía siguiendo varios ciclos y después lo pararemos ahí y notaremos como el esfenoides va a buscar nuevos parámetros de movilidad el sólo se intentará ajustar y de nuevo se parará para venir un ritmo natural y nosotros comprobaremos que en la otra lateralidad existe mayor movimiento. Observaremos que ya se mueve en las dos lateralidades con buena simetría.
Es la simetría lo que buscamos siempre en el movimiento del esfenoides, y en todos los demás huesos del cráneo, siendo el esfenoides la llave maestra. Un esfenoides con una gran lesión nos puede constar de una a tres sesiones casi únicamente con el esfenoides.
Regular todas estas lesiones y sus ejes son fundamental antes de aventurarnos en el sistema intracraneal. E incluso después de hacer la terapia intracraneal deberemos de volver ha testar y ajustar si es necesario el sistema exocraneal.
En un tratamiento craneal tenemos dos grandes trabajos el exocraneal que se especializa sobre las dos grande membranas la hoz vertical y la tienda del cerebelo, y se trata de la liberación de la tensión de estas dos membranas, a través del levantamiento de los huesos del cráneo.
La terapia endocraneal su trabajo es la interrelación del esfenoides mediante mecanismos de rotaciones en todo el rostro de la persona. La endocraneal también tenemos otras características que es el trabajo de la simetría mimética o sea la simetría de la expresión, del rasgo del rostro. También trabajamos el contexto sensorial.
Recordemos la relación del esfenoides ATM y del esfenoides huesos nasales y del esfenoides vómer y palatinos y el esfenoides con todos los huesos craneales.
Una rotación en el esfenoides puede provocar perfectamente problemas en el sacro, en la ciática, en las rodillas o en los pies.
A través de un eje vertical que atraviesa el esfenoides, podemos tener un eje de rotación patológica del esfenoides en un sentido y tener otro eje de rotación distinto en el paladar duro. El esfenoides rota a la derecha y el paladar dura a la izquierda. Este mecanismo de tensión reciproca de membranas es lo que luego se traspasa en una tensión intradural en el interior de la médula espinal. Ya que la tensión provocada por un esfenoides patológico es recogida por la hoz del cerebro y por la tienda del cerebelo.
Por tanto, la existencia de esta tensión entre la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo es la que se trasmite después mediante el foramen mágnum a todo el complejo medular. Es como escurrir una toalla y las fibras tensionales en rotación de una punta de la toalla aparecerán en el otro lugar extremo de la toalla.
Tenemos que saber que cualquiera de estas lesiones del esfenoides estará provocando una tensión de las meninges craneales que forzará a todos los demás huesos craneales.
Además, el esfenoides tiene un contacto directo con todos los otros huesos craneales, por tanto, por este motivo cualquier desviación de su posición simétrica y correcta provocará una desviación en los otros huesos craneales.
Por tanto, para ajustar correctamente el esfenoides tendremos que hacer el ajuste pensando y ayudándose con una visión global del cráneo y sus suturas.
LA SILLA TURCA Y LA GLÁNDULA HIPÓFISIS
El hueso esfenoides en vista lateral, en su parte antero superior está la famosa silla turca, que alberga a la glándula de secreción interna más importante de todas, la hipófisis o glándula pituitaria.
Se le llama la glándula de la eterna juventud y de la felicidad. Es la glándula que controla todos los sistemas endocrinos y metabólicos. Es la glándula maestra por excelencia, pues controla todas las funciones neuro-vegetativas y Neuro-químicas del resto del sistema glandular. Por tanto, cualquier modificación de zona que se produzca alrededor de la silla turca por disfunción del esfenoides afectará al resto del organismo.
Esta glándula para funcionar necesita ser balanceada, pues en su balanceo se le somete a una presión y a una relajación. Por lo tanto, la glándula segrega sus estímulos basándose en los estímulos que le da el movimiento del esfenoides en su silla turca, que es como una mecedora en forma de semicírculo. El esfenoides hace un movimiento sistólico y diastólico de estimulación sobre el sistema de la hipófisis, en forma de mecedora.
Gracias al movimiento del esfenoides en forma de mecedora en su flexión y extensión está recibiendo el estímulo de la hipófisis. Cualquier bloqueo del esfenoides que afecte a su balanceo, estará afectando al estímulo glandular de la hipófisis.
La hipófisis tiene que mandar información a las demás glándulas de secreción interna, como la glándula tiroides, paratiroides, ovárica, testiculares, suprarrenales, etc.
La hipófisis hace de ordenador central sobre todo el organismo, y apenas conocemos todas las posibilidades de esta glándula.
Si el movimiento de estimulación del esfenoides, o sea su balanceo, se ve afectado todo el sistema neural, más su sistema de secreción interna y la circulación de la zona se verán mermados. Todo lo que sea liberar el esfenoides mejorará todo el funcionamiento de la estructura glandular, y al mismo tiempo mejorará el movimiento de todos los demás huesos del cráneo.
Aquí en el interior de la glándula pituitaria hay metidos muchos programas aún desconocidos.
Cualquier problema sobre el páncreas, estrabismo hipoglucemia o problemas de oído como los acúfenos, dislexia, de mandíbula el brupcismo, mareos ataques epilépticos, los pares de nervios del VII al XI, etc. todos estos problemas serán posibles solucionar desde el esfenoides.
De aquí que tengamos que prestar mucha atención a la liberación del hueso del esfenoides.
EL HUESO ESFENOIDES, COMO LA LLAVE MAESTRA
Este hueso tiene la forma de un ala de mariposa. Es la llave maestra, pues es el hueso que se conecta con todos los demás huesos. Tiene sus alas superiores y sus alas inferiores como en una mariposa. Este es el hueso más importante en el tratamiento cráneo-sacral, ya que conecta directamente con todos los demás huesos.
Articulaciones del esfenoides:
- – Se conecta con el frontal por sus alas superiores en una articulación en forma de L y con sus alas menores.
- – Se conecta con los parietales en su ángulo inferior anterior en el punto pterión.
- – Se conecta por abajo con los temporales con sus alas inferiores y menores.
- – Se conecta con el occipital con su sincondrosis o articulación esfeno-basilar.
- – Se conecta con el zigomático en su borde anterior del ala mayor del esfenoides.
- – Por delante se conecta con el etmoides, en su lámina cribiforme y en su lámina perpendicular.
- – Se conecta con el hueso palatino.
- – Se conecta en la zona alta del vómer.
- A través de los temporales se conecta con la articulación temporo-mandibular.
- Tenemos que prestar especial atención a la sutura pterión, ya que es la zona donde el esfenoides se une a otros tres huesos craneales mediante cuatro suturas. Es la zona postero-superior del esfenoides que se une al frontal, al parietal, y al temporal. Este punto lo consideramos muy importante por estar relacionado con la sutura coronal y temporo-parietal. Es un punto de congruencias, de ahí su importancia.
El esfenoides es el único hueso que recibe información de todos los demás huesos de la cabeza. Por eso se llama la llave maestra, y si ésta falla, fallarán todos los demás huesos, por tanto, fallará todo el cráneo. Si el esfenoides se lesiona forzará a todo el resto del sistema craneal y membranoso a acoplarse de manera patológica.
Dependiendo del tipo de lesión del esfenoides, el movimiento respiratorio primario del cráneo se verá distorsionado de diferentes maneras, igualmente las membranas o fascias craneales tendrán una distorsión y tensión. Todo el sistema cráneo-sacral e incluso todo el cuerpo se verá afectado por la lesión del esfenoides.
Muchos de nosotros tenemos lesiones en el esfenoides, en muchos casos desde el nacimiento. Casi sin darnos cuenta vivimos con estas tensiones que repercuten en el equilibrio de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Nuestra salud general se encuentra seriamente afectada, desde problemas en los pies, las caderas, lumbares, etc. Hasta problemas mentales, como las fobias, las inseguridades, o simplemente que nos convertimos muy influenciables por el psiquismo de los demás.
En resumen, el mecanismo esfeno-basilar se refiere a la relación y los movimientos entre el hueso esfenoides y la base del cráneo. Su equilibrio y fluidez son fundamentales para el funcionamiento adecuado del sistema craneosacral y los terapeutas craneosacrales trabajan para evaluar y restaurar este mecanismo a través de técnicas específicas.