43- Músculos tipos y formas
Los músculos del cuerpo humano se pueden clasificar en diferentes tipos y formas según sus características estructurales y funcionales. A continuación, se presentan algunos de los tipos y formas de músculos más comunes:
- Músculos esqueléticos: Son los músculos que se conectan a los huesos mediante tendones y están involucrados en el movimiento voluntario del cuerpo. Estos músculos presentan un aspecto estriado y están bajo control consciente. Algunos ejemplos de músculos esqueléticos son los bíceps, tríceps, cuádriceps y dorsales.
- Músculos lisos: Se encuentran en las paredes de los órganos internos, como el estómago, los intestinos, los vasos sanguíneos y el útero. Estos músculos tienen un aspecto liso y están involucrados en el movimiento involuntario de estos órganos, como la contracción del intestino durante la digestión.
- Músculo cardíaco: Es un tipo especializado de músculo que se encuentra en el corazón. Presenta características tanto de los músculos esqueléticos como de los músculos lisos. El músculo cardíaco es responsable de la contracción rítmica y continua del corazón para bombear sangre a todo el cuerpo.
- Músculos estriados y no estriados: Los músculos estriados tienen un aspecto rayado debido a la organización de las fibras musculares, como los músculos esqueléticos y cardíacos. Los músculos no estriados, como los músculos lisos, no tienen este aspecto rayado y tienen una estructura más uniforme.
- Músculos fusiformes: Tienen forma de huso y son más delgados en el centro y más anchos en los extremos. Estos músculos se encuentran en áreas como los bíceps y tríceps del brazo.
- Músculos planos: Son músculos delgados y anchos que se encuentran en áreas como el abdomen y la espalda. Estos músculos proporcionan estabilidad y soporte.
- Músculos penniformes: Tienen una estructura de fibras musculares que se asemeja a las plumas de una pluma. Estos músculos pueden ser unipeniformes, bipeniformes o multipeniformes. Ejemplos de músculos penniformes son el músculo deltoides y los músculos de la pantorrilla.
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos y formas de los músculos. El cuerpo humano tiene una amplia variedad de músculos con diferentes estructuras y funciones, lo que permite realizar una amplia gama de movimientos y actividades.
Los músculos según su arquitectura se clasifican en:
1.Músculo acintado: Tiene grandes vientres musculares y tendones limitados a los extremos. Las fibras musculares se disponen siguiendo una dirección. Las fibras son muy largas y tienen gran capacidad de acortamiento. Esta disposición permite que haya pocas fibras musculares. Es un músculo poco potente. Músculo braquiocefálico.
2.Músculo penniforme: Tiene el vientre muscular donde los extremos y también se introducen. Las fibras musculares se disponen en varias direcciones. Las fibras musculares se pueden disponer oblicuamente. Esas fibras son fibras cortas y su capacidad de acortamiento es menor. Esa disposición permite gran cantidad de fibras musculares. Es un músculo de gran potencia. Músculo sub-escapular, músculo glúteo-medio.
La constitución de cada tipo es diferente. La arquitectura del músculo determina otras propiedades del músculo (calidad culinaria: a más tendón, menos valor). La arquitectura del músculo dispone la forma de las fibras musculares. La arquitectura determina dos propiedades del músculo, la potencia y la capacidad de acortamiento.
La potencia del músculo es directamente proporcional a la sección fisiológica (aquella que corta transversalmente a las fibras musculares).
En los músculos acintados, la sección anatómica coincide con la fisiológica.
En los músculos penniformes la sección anatómica no coincide con la fisiológica.
Los músculos también se pueden clasificar por la forma:
- Músculos fusiformes: Suelen ser alargados y más gruesos por el vientre muscular que por los extremos. Pueden tener varios orígenes que van a inserirse en un punto común. Según el número de cabezas(orígenes) pueden ser: bíceps (2), tríceps (3) o cuádriceps (4). Los músculos de los miembros.
- Músculos cortos: músculos de la columna vertebral.
- Músculos planos: músculos de las paredes del abdomen.
Al mismo tiempo, el músculo a nivel de su inserción puede ser:
– Bicaudado.
– Policaudado (músculos de los dedos)
También existen músculos con vientres separados por un tendón intermedio (músculo digástrico: su disposición indica que tiene dos orígenes embrionarios diferentes (procede de dos somitos diferentes). Tiene una inervación doble porque cada somito tiene su propio nervio).
También hay varios vientres separados por intersecciones, tiene un origen múltiple (músculo poligástrico). Tiene tantos nervios como vientres musculares. Músculos abdominales.
El tendón tiene un aspecto aplanado al igual que el músculo (aponeurosis).
Los músculos cortos, a veces se disponen de manera circular.
Los músculos planos o circulares tienen las fibras dispuestas alrededor de un orificio. Actúan como músculos esfínteres (músculo esfínter anal, músculos orbiculares del ojo).
El tendón está constituido por tejido conjuntivo denso (fibras de colágeno). Se disponen de una forma igual que los músculos (formando fascículos). Transmiten el efecto contráctil del músculo al hueso.
Los tendones frecuentemente tienen que pasar sobre superficies óseas. Para evitar que ese roce desgaste el tendón, se forman estructuras especiales (bolsa sinovial: estructura con una cubierta conjuntiva que tiene dentro un líquido parecido a la sinovia, con función almohadilladora para evitar el desgaste).
¿Qué es una vaina sinovial?
Nuestros músculos están adosados fuertemente a los huesos a través de unas estructuras fibrosas llamadas tendones. Cada vez que un tendón se encuentra solo y el mismo tiene que deslizarse o resbalar sobre otras estructuras duras como otros músculos y huesos el cuerpo situará una vaina sinovial. ¿Para qué sucede esto? Pues para proteger al tendón del roce o fricción entre el tendón del músculo y el hueso o el músculo que tiene cerca, ya que el roce o fricción constante puede irritar y lesionar al tendón.
La vaina sinovial (corte transversal)
La vaina tiene una cavidad con sinovia y facilita que el tendón se deslice sobre el hueso y se evite la fricción y el subsiguiente desgaste. (Nivel del carpo, nivel del tarso).
La bolsa sinovial no rodea al tendón. La bolsa sinovial se dispone entre el tendón y las prominencias óseas marcadas.
A nivel de las vainas sinoviales (a nivel del carpo y tarso), existe un tejido conjuntivo que se encuentra por encima que impide que las estructuras protectoras se desplacen (son los retináculos).
No hay que confundir las vainas sinoviales (independientes de la cavidad articular) con los recesos sinoviales (comunicados con la cavidad articular) aunque las dos contengan sinovia.
Los huesos sesamoideos (formaciones que están situadas dentro de un tendón), también evitan la fricción directa con el hueso.
VASCULARIZACIÓN DEL MÚSCULO
Los músculos están ricamente vascularizados. Generalmente, hay varios vasos sanguíneos que penetran en el vientre muscular de forma separada y se anastomosan dentro del vientre. Si existe una interrupción del flujo en un vaso, la anastomosis sustituirá ese flujo y se evita que haya zonas del músculo sin vascularizar. El ejercicio facilita que la sangre llegue a todas las porciones del músculo. Los tendones están pobremente vascularizados. Las tendinitis, por eso, son difíciles de solucionar.
INERVACIÓN DEL MÚSCULO
Hay menor número de nervios que de vasos. Generalmente sólo llega un nervio por músculo. Normalmente el nervio se distribuirá por todo el músculo. La capa conjuntiva que forma los fascículos, contiene muchas fibras nerviosas.
Una fibra nerviosa es un axón (parte de una neurona). Cada axón está rodeado por una vaina de mielina que aísla a la fibra nerviosa que rodea. En un nervio puede haber más de 1000, 2000 ó 3000 fibras nerviosas.
Ese nervio penetra en el músculo y comienza a ramificarse. No todas las fibras nerviosas son iguales. Las fibras nerviosas más abundantes son las amotoneuronas, que son las neuronas motoras de las fibras musculares. Las amotoneuronas se contraen gracias al impulso eléctrico (estímulo nervioso), que llega por las amotoneuronas. Las amotoneuronas acaban de contactar con los fascículos musculares mediante la placa motora (VERDE).
El nervio entra sus amotoneuronas en el vientre muscular, que se ramifican. Cada ramificación va a una fibra nerviosa.
La unidad motora está formada por una fibra nerviosa (axón, amotoneurona), junto con las fibras nerviosas, que están unidas a ella.
La unidad motora es la unidad fundamental de la contracción muscular. Un impulso nervioso que llega por una amotoneurona se va a distribuir por cada una de esas fibras nerviosas.
Cada pequeño conjunto de fibras nerviosas tiene su fibra muscular. Cuando una fibra nerviosa se contrae, lo hace al 100%. Cuando un músculo está poco contraído, ese músculo tiene algunas unidades motoras que funcionan al 100% mientras que el resto pueden estar inactivas en ese momento.
Los territorios de las diferentes unidades motoras están solapados entre sí. La contracción se reparte, por eso, a lo largo del músculo.
Hay músculos en los que las unidades motoras tienen pocas fibras nerviosas, que les proporciona que el impulso nervioso se transmita más rápido (Ejemplo: párpado).
Hay otros músculos en los que las unidades motoras tienen muchas fibras nerviosas, que les proporciona que el impulso nervioso se transmita más lento (Ejemplo: músculos de los miembros).
También hay músculos intermedios (Ejemplo: músculos de los dedos).
Los músculos nunca están relajados al 100%. Siempre existe una contracción mínima (es el tono muscular). Se debe a que unas pocas unidades motoras cuyo territorio se distribuye a todo el cuerpo muscular, actúa al 100%.
La mayoría de las fibras nerviosas son amotoneuronas.
El huso muscular es una estructura molecular casi microscópica. Periféricamente tiene una cápsula conjuntiva. Está rodeada por fibras nerviosas inervadas por amotoneuronas. Dentro del huso muscular también hay fibras musculares ( se llaman fibras intrafusales. También llegan fibras sensitivas al huso. Se disponen rodeando en espiral a cada una de las fibras intrafusales. La función que tienen es captar las modificaciones de tensión que sufren las fibras intrafusales. Las fibras intrafusales se contraen al mismo tiempo que las fibras nerviosas normales y vecinas. El huso muscular informa al SNC del grado de contracción que presenta el nervio. Informa sobre la sensibilidad propioceptiva (la que es capaz de transmitir al SNC la situación del individuo). Una información la recoge en las cápsulas articulares y el otro en los husos musculares y también se capta sensibilidad propioceptiva. El individuo en todo momento sabe en qué posición se encuentran sus músculos.
Músculos del cuerpo
Los músculos representan la parte activa del aparato locomotor. Es decir, son los que permiten que el esqueleto se mueva y que, al mismo tiempo, mantenga su estabilidad tanto en movimiento como en repose. Junto a todo esto, los músculos contribuyen a dar la forma externa del cuerpo humano.
Clasificación de los músculos
Los músculos del organismo se dividen en voluntarios e involuntarios. Los primeros son los que se contraen cuando el individuo quiere, y suelen corresponder a los músculos del esqueleto. Poseen la característica de tener una contracción potente, rápida y brusca, si así se precisa. Son músculos de acción rápida. Los segundos son regidos por el sistema nervioso vegetativo y el individuo no tiene ningún control voluntario sobre ellos. Suelen constituir las paredes de las vísceras, del aparato respiratorio y del aparato circulatorio. Estos músculos poseen una contracción y una relajación lentas.
Ambos tipos de músculos tienen, a su vez, características propias. Así, los músculos voluntarios, salvo el esfínter anal, están compuestos por células o fibras musculares provistas de estrías transversales, por lo que se les denomina músculos estriados.
Los músculos involuntarios, salvo el corazón, que también está formado por músculo estriado a pesar de no tener control voluntario, están constituidos por células musculares sin estrías, por lo que se denominan músculos lisos.
Descripción y forma de los músculos
Cada músculo estriado se compone de dos partes: una parte roja, blanda y contráctil que constituye la parte muscular, y una parte blanquecina, fuerte y no contráctil que constituye el tendón.
Los tendones varían en su forma y disposición, dependiendo de su unión a las
fibras musculares (que a su vez se dispondrán según la función del músculo). Los tendones son de color blanco nacarado y están constituidos por fibras elásticas que forman grupos, su vez recubiertos por tejido conjuntivo laxo que separa entre si estos grupos o fascículos.
Por su forma, los músculos se clasifican en: largos, anchos y cortos. Los músculos largos son aquellos en los que la dimensión según la dirección de sus fibras sobrepasa la de los otros diámetros. Estos, a su vez, pueden ser fusiformes o aplanados, según el diámetro transversal sea mayor en su parte media que en los extremes (así, el bíceps es un músculo largo y fusiforme, mientras que el recto del abdomen es largo y aplanado).Los músculos anchos son aquellos en los que todos los diámetros tienen aproximadamente la misma longitud (el dorsal ancho de la espalda). Los músculos cortos son aquellos que, independientemente de su forma, tienen muy poca longitud (los de la cabeza y cara).
Función de los músculos
Los músculos, debido a su capacidad de contracción, hacen posible que el esqueleto se mueva. Así, las extremidades pueden realizar movimientos de flexi6n o extensión, de rotación (pronación y supinación), de aproximación (aducción) o al contrario (abducción).
Como hemos visto, la mayor parte de los músculos están provistos de tendones, mediante los cuales suelen insertarse sobre los huesos. Según el tipo de inserción, es decir, si lo hacen mediante más de un extremo o cabeza, se dividen en bíceps (dos cabezas), tríceps (tres cabezas) y cuadriceps (cuatro cabezas).
Dependiendo de si están formados por más de un cuerpo muscular, se dividen en digástricos y poligástricos (dos o más cuerpos, respectivamente). Si toman su inserción terminal por más de un extremo o cola, los músculos serán bicaudales, tricaudales o policaudales, según lo hagan por dos, tres o más extremos.
Situación de los músculos
Según su situación los músculos se dividen en superficiales y profundos.
Los músculos superficiales
están situados inmediatamente por debajo de la piel y, si bien en el ser humane son rudimentarios y escasos, están insertados, por uno de sus extremos, en la capa profunda de la piel. Alguno de estos músculos está en la cabeza, cara, cuello y mano.
La mayoría de los músculos profundos insertan sus extremos sobre los huesos del esqueleto.
Algunos lo hacen en los órganos de los sentidos (músculos que mueven los ojos) y otros están situados más profundamente, relacionándose con la laringe, la lengua, etcétera.
Músculos de la cabeza y cuello
Dentro de este conjunto de músculos hay que destacar los de la cara, muy numerosos, ya que gracias a ellos el ser humane es capaz de expresar sus sentimientos. Otro grupo de músculos de la cabeza nos permite masticar y deglutir los alimentos, así como mover la cabeza en todas las direcciones, para conseguir que los órganos de los sentidos (vista, oído y olfato) desarrollen mejor sus funciones.
Músculos Masticadores
Son, como su nombre indica, los que permiten la masticación de los alimentos.
Tienen la función de aproximar la mandíbula al maxilar superior, es decir, cerrar la boca. Son músculos muy potentes, cortos y anchos, que están situados sobre la cara lateral del cráneo, a ambos lados. Los más importantes son el músculo temporal y el músculo masetero, que se pueden palpar fácilmente sobre la cara y el cráneo cuando cerramos con fuerza la boca.
Músculos cutáneos del cráneo
Estos músculos son los que presentan unas conexiones más íntimas con la piel y nos permiten expresar el estado de ánima. Son muy planos y delgados, y la mayoría se encuentran alrededor de los orificios de la cara: orificios palpebrales, orificios nasales y boca. Su contracción o relajación permite cerrar o abrir los párpados, las alas de la nariz y los labios. Son llamados, en su conjunto, músculos mímicos. Los más significativos son: músculo frontal, que permite arrugar la frente; músculo orbicular de los párpados o esfínter de los párpados, que permite abrir y, sobre todo, cerrar los ojos con fuerza; músculos de la nariz, cuatro pequeños músculos que permiten «arrugan» la nariz o mover las aletas nasales; músculo orbicular de los labios, que permite a éstos moverse y, por tanto, hablar, comer, etcétera; músculo buccinador, que corresponde a los carrillos, los cuales pueden hincharse para soplar o para aumentar el contenido de la boca.
Músculos del cuello
Muy numerosos, su principal papel es el de mover la cabeza, la columna cervical y el hueso hioides (un huesecillo que existe libre, no relacionado con ningún otro hueso, en la cara anterior del cuello, por debajo de la mandíbula), además de mantener la cabeza erguida. están situados a ambos lados del cuello, de forma simétrica y en varios pianos, y se denominan músculos laterales del cuello. Los situados delante son los músculos hioideos, y los situados detrás son los músculos de la nuca o vertebrales.
Músculos laterales del cuello
Sobresalen. El músculo esternocleidomastoideo, que permite la flexión anterior o lateral de la cabeza, así como la rotación de la misma; y los músculos escalenos, que son una masa irregular de pequeños músculos que permiten inclinar d cuello y elevar algo la caja torácica durante la inspiración.
Región del hueso hioides.
Situados en la cara anterior del cuello, están divididos en músculos suprahioideos e infrahioideos. Tienen como misión bajar el hueso hioides o la faringe (los infrahioideos) y subir el hioides y bajar la mandíbula (los suprahioideos).
Ambos grupos son importantes para la deglución.
Región pre vertebral
Como su nombre indica, están aplicados a la cara anterior de la columna vertebral, por detrás del esófago y la faringo, laringe. Su misión principal consiste en flexionar la cabeza sobre el tronco, así como rotar levemente el cuello.
Aponeurosis del cuello
Una aponeurosis es un conjunto de membranas fibrosas que envuelven a todos los músculos, y su función consiste en oponerse a su desplazamiento lateral cuando éstos se contraen. En el cuello, las aponeurosis presentan poco desarrollo, excepto las de los músculos de los canales vertebrales, donde tienen mayor grosor y son más resistentes. La aponeurosis del cuello está dividida en tres tipos diferentes: aponeurosis cervical superficial, aponeurosis cervical media y aponeurosis cervical profunda o pre vertebral. El cuello pues, está dividido en tres compartimientos, de delante hacia atrás, en diferentes planos.
Músculos del tórax y del abdomen
Los músculos principales del tórax son los pectorales, que levantan los brazos al contraerse, y los serratos, que elevan las costillas cuando expulsamos aire.
Entre la cavidad torácica y la cavidad abdominal, en el interior del organismo, existe un músculo en forma de paraguas abierto, el diafragma, que se contrae cuando inspiramos aire para empujar las costillas hacia arriba y aumentar el volumen de la caja torácica.
En el abdomen, los oblicuos realizan un trabajo inverso al del diafragma: cuando se contraen, tiran de las costillas hacia abajo y expulsan el aire de los pulmones.
El recto recubre la zona del vientre y, cuando se contrae, permite doblar la cintura.
Músculos de las extremidades superiores
Hombro: Recubriendo cada hombro se encuentra el deltoides, cuya acción permite levantar y desplazar los brazos.
Brazo: Los más importantes son el bíceps, en la parte anterior, y el tríceps, en la posterior. Son dos músculos antagónicos, es decir, que realizan funciones contrarias para hacer posible un movimiento determinado, en este caso la flexión y la extensión del antebrazo.
Antebrazo: Los músculos supinadores y pronadores permiten los movimientos de giro del antebrazo, el movimiento de la mano en cualquier dirección, y la flexión y extensión de los dedos.
Mano: son músculos cortos y pequeños, ya que sólo se encargan de mover los dedos. El más importante es el que permite la oposición del pulgar, es decir, la acción de «pinza» de la mano.
Músculos de las extremidades inferiores
Pelvis o cadera: Recubriendo la pelvis se encuentran los glúteos, tres músculos que forman las nalgas.
Su acción permite que el tronco se mantenga erguido y que el ser humano sea capaz de caminar sobre dos piernas.
Muslo: Los más destacables son el cuadriceps, músculo extensor de la pierna; el bíceps femoral, antagónico del anterior; y los aductores, conjunto de músculos en forma de abanico que permiten la flexión y la extensión del muslo.
Pierna: cabe destacar los gemelos y el sóleo, cuya acción conjunta permite
la flexión y extensión del pie al caminar. Se insertan en el hueso calcáneo del talón del pie a través del tendón de Aquiles.
Pie: Existen pequeños músculos que permiten realizar algún movimiento de los dedos y facilitan el caminar.
Los músculos pueden clasificarse según su forma o según el tipo de fibra que los componen. Atendiendo a su forma, se pueden distinguir los siguientes grupos:
Anchos y planos: son los que tienes en el tórax y en el abdomen. Protegen los órganos delicados e intervienen en los movimientos de la respiración.
Largos o fusiformes: forman parte del aparato locomotor (brazos y piernas).
Cortos u orbiculares: son pequeños músculos con funciones particulares (boca, ojos, etc.).
Circulares: tienen forma de anillo y cierran diferentes conductos del cuerpo (vejiga de la orina).
El tejido muscular está formado por unos filamentos alargados o fibras, por lo que pueden diferenciarse dos tipos de músculos:
De fibra estriada: Son robustos y potentes, ya que forman parte del aparato locomotor. Son músculos voluntarios, es decir, que puedes contraer mediante una orden del cerebro, excepto el corazón, un músculo involuntario formado por un tipo de fibra estriada especial, el miocardio.
De fibra lisa: Están constituidos por células musculares sin estrias.
Su característica principal es que son involuntarios, es decir, que no los puedes contraer a voluntad, por lo que forman parte de numerosos conductos del cuerpo: las paredes del esófago, del estómago y del intestino, las venas y arterias, etc.
MIOLOGÍA
La miología estudia los músculos. Los músculos pueden ser:
– Músculos lisos: forman parte de las paredes de la víscera (pared del intestino, vasos sanguíneos, vejiga, vasos bronquios…). Tiene unas características histológicas especiales y deriva de la esplacnopleura, por eso no pertenece al aparato locomotor.
– Músculos estriados: * Cardíaco: Tiene un origen embrionario diferente. No pertenece al aparato locomotor.
* Esquelético: su origen deriva de los somitos. Corresponde al aparto locomotor y tiene un mismo origen embrionario.
Los músculos estriados esqueléticos tienen un origen común (mesodermo para axial): el miotomo del somito. Las células del miotomo van a dar lugar a los músculos. Las células del miotomo, en un principio, son células mesenquimáticas con gran capacidad de diferenciación y migran mientras se diferencian, dando lugar al mioblasto (célula precursora de la célula muscular). El mioblasto comienza a multiplicarse mediante mitosis. Los mioblastos vecinos se colocan formando filas ordenadas de mioblastos. En un momento dado comienzan a fusionar sus membranas celulares y van dando lugar a células alargadas y de gran tamaño. Como proceden de la fusión de varios mioblastos, son multinucleadas (tantos núcleos como mioblastos se han fusionado). La célula muscular se llama también fibra muscular. Las células van madurando, que consiste en que los núcleos se vayan desplazando a la periferia. Poco a poco, va desarrollando o sintetizando los elementos contráctiles (miofilamentos de actina y miosina). Cuando los miofilamentos de actina y miosina se deslizan entre sí, la fibra muscular se contrae y reduce su longitud. El conjunto de fibras musculares proporciona su capacidad de contracción. Poco a poco se forman las fibras musculares. Algunas células del miotomo permanecen indiferenciadas (células satélites). Son células que se van multiplicando, pero no maduran. Se sitúan en la periferia de las fibras musculares. La función que tienen es regenerar al tejido muscular en el caso de necesidad. Para cumplir este proceso es necesario que el músculo esté inervado para que se forme y se mantenga en buenas condiciones. El nervio es estimulante para la nutrición del músculo. Cuando se corta el nervio, el músculo se atrofia.
Cuando se estudia un músculo adulto se puede ver que tiene muchas fibras musculares con varios cm de longitud. Su diámetro es relativamente grande para el tamaño celular. Oscila entre 10-50-100 músculos. Son células alargadas multinucleadas.
Las fibras musculares se disponen rodeadas de tejido conjuntivo (rodean a todo el músculo). Las separa el epinisio, que se confunde con una fascia que rodea el músculo. El epinisio también se mete al interior y ese tejido conjuntivo también rodea a grupos de fibras musculares (formando los fascículos de fibras). El perinisio es el tejido conjuntivo que rodea a los fascículos. Dentro de cada fascículo, cada fibra muscular está rodeada por tejido conjuntivo porque las fibras musculares no contactan entre sí. Ese tejido conjuntivo es el endonisio. Gracias a los tabiques de tejido conjuntivo, los vasos sanguíneos pueden progresar y abarcar a todo el músculo. También los nervios. El conjunto de fibras musculares se dispone formando el vientre muscular. Por sus extremos, las fibras musculares se continúan con tejido conjuntivo denso (fibras conjuntivas) y forman los tendones.
El músculo tiene un vientre muscular (donde se concentran las fibras) y el tendón muscular (en los extremos, formado por fibras conjuntivas de colágeno). La capacidad contráctil del músculo se transmite a los huesos gracias a los tendones. Las fibras conjuntivas de colágeno se anclan en el tejido óseo aprovechando las fibras del periostio.