Encéfalo
El encéfalo es la parte del sistema nervioso central que se encuentra dentro del cráneo y está compuesto por varias estructuras cerebrales. Es una de las partes más importantes del cuerpo humano y desempeña funciones vitales para el funcionamiento del organismo.
El encéfalo es una de las partes más importantes del sistema nervioso central y se encuentra ubicado en el interior del cráneo. Es responsable de coordinar todas las funciones corporales, tanto voluntarias como involuntarias, además de procesar la información sensorial, regular las emociones, controlar los movimientos y permitir procesos cognitivos como el pensamiento, el razonamiento y la memoria.
1. Partes del Encéfalo
El encéfalo se divide en varias regiones, cada una con funciones específicas:
a) Cerebro
El cerebro es la estructura más grande del encéfalo y está dividido en dos hemisferios (izquierdo y derecho), conectados por el cuerpo calloso. Se encarga de la mayoría de las funciones cognitivas, como el razonamiento, la memoria, el lenguaje y la percepción sensorial. También regula el control motor y la toma de decisiones.
- Corteza Cerebral: La parte más externa del cerebro, donde se procesan las funciones más complejas como el pensamiento consciente, el lenguaje y la percepción.
- Lóbulos Cerebrales: El cerebro está dividido en cuatro lóbulos principales:
- Lóbulo Frontal: Responsable de la planificación, el razonamiento, el control de los movimientos y la toma de decisiones.
- Lóbulo Parietal: Procesa la información sensorial relacionada con el tacto, la temperatura y el dolor.
- Lóbulo Occipital: Encargado de procesar la información visual.
- Lóbulo Temporal: Relacionado con la audición, la memoria y el reconocimiento de objetos.
b) Cerebelo
El cerebelo está situado en la parte posterior e inferior del encéfalo y se encarga de coordinar los movimientos, el equilibrio y la postura. Aunque más pequeño que el cerebro, el cerebelo es vital para la precisión y la coordinación de las actividades motoras.
c) Tronco Encefálico
El tronco encefálico conecta el encéfalo con la médula espinal y está compuesto por el mesencéfalo, la protuberancia y el bulbo raquídeo. Es responsable de controlar funciones vitales involuntarias como la respiración, la frecuencia cardíaca y el control de la presión arterial.
d) Diencéfalo
El diencéfalo incluye el tálamo y el hipotálamo:
- Tálamo: Actúa como una estación de retransmisión, enviando señales sensoriales al cerebro.
- Hipotálamo: Regula funciones corporales esenciales como la temperatura, el hambre, la sed, el sueño y las emociones. También controla el sistema endocrino a través de la hipófisis.
2. Funciones del Encéfalo
El encéfalo controla todas las actividades del cuerpo, tanto voluntarias como involuntarias. Entre sus funciones más importantes están:
- Procesamiento de la Información Sensorial: Recibe y procesa información de los sentidos (vista, oído, gusto, olfato y tacto), interpretando el entorno y permitiendo reacciones conscientes e inconscientes.
- Coordinación Motora: Controla los movimientos voluntarios y, en el caso del cerebelo, los movimientos finos y precisos.
- Emociones y Regulación del Comportamiento: El encéfalo regula nuestras emociones y comportamientos, con estructuras clave como la amígdala (que procesa el miedo y la respuesta emocional) y el sistema límbico (relacionado con el placer y la memoria).
- Funciones Cognitivas Superiores: El cerebro es responsable del pensamiento consciente, la toma de decisiones, el razonamiento lógico, la creatividad y el aprendizaje.
- Funciones Involuntarias: El tronco encefálico gestiona funciones automáticas vitales como la respiración, el ritmo cardíaco y los reflejos.
3. Importancia del Encéfalo en la Salud
El encéfalo es crucial para la salud general del organismo. Cualquier daño o enfermedad que afecte al encéfalo puede tener efectos devastadores en diversas áreas de la vida:
- Lesiones cerebrales: Un golpe o trauma en la cabeza puede causar daño cerebral, lo que lleva a problemas motores, cognitivos o incluso a la pérdida de funciones vitales.
- Enfermedades neurodegenerativas: Enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple afectan progresivamente las funciones del encéfalo.
- Accidente cerebrovascular: Un derrame cerebral puede cortar el suministro de sangre a una parte del encéfalo, causando daño en las áreas afectadas y pérdida de funciones.
Mantener la salud cerebral es fundamental, y se recomienda realizar ejercicios mentales, llevar una dieta equilibrada y practicar actividades físicas para promover su bienestar a largo plazo.
4. Curiosidades del Encéfalo
- El encéfalo utiliza aproximadamente el 20% de la energía que consume el cuerpo, a pesar de representar solo el 2% del peso corporal.
- Contiene aproximadamente 86 mil millones de neuronas, las cuales forman redes complejas que permiten todas las funciones cerebrales.
En resumen, el encéfalo es el órgano maestro que gobierna todas las funciones del cuerpo, desde las más simples hasta las más complejas. Su buen funcionamiento es esencial para la vida y el bienestar, y cualquier alteración en él puede impactar gravemente en nuestra calidad de vida.
El encéfalo se divide en varias regiones principales, que incluyen el cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico. El cerebro es la parte más grande y se encarga de funciones como el pensamiento, la memoria, el lenguaje, las emociones y el control del movimiento voluntario. El cerebelo, por su parte, se encuentra debajo del cerebro y está involucrado en el control del equilibrio, la coordinación motora y el aprendizaje motor. El tronco encefálico conecta el cerebro y el cerebelo con la médula espinal y desempeña funciones vitales para la supervivencia, como la regulación de la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial.
El encéfalo está protegido por estructuras óseas, como el cráneo, y está rodeado por tres capas de membranas llamadas meninges. También está bañado en líquido cefalorraquídeo, que actúa como amortiguador y proporciona nutrientes y protección adicional.
El correcto funcionamiento del encéfalo es esencial para el procesamiento de la información sensorial, el control de las funciones corporales y la coordinación de las actividades diarias. Cualquier daño o disfunción en el encéfalo puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de una persona.
Es importante destacar que el estudio y la comprensión del encéfalo siguen siendo áreas de investigación activa en la neurociencia, y aún hay mucho por descubrir sobre su funcionamiento y su relación con la mente y la conciencia.
Encéfalo
Conocer la anatomía y la fisiología del sistema nervioso humano y en especial la del encéfalo o cerebro es una tarea de enorme dificultad. A lo largo de la historia los científicos han deseado saber y conocer todo sobre el cerebro humano y su funcionamiento.
Las funciones del encéfalo son tan admirables como misteriosas. En el encéfalo se producen el pensamiento, los recuerdos, las creencias, el comportamiento, el estado de ánimo, la imaginación, el descubrimiento y la invención, etc. Aquí tenemos la sede de la inteligencia y el control de todo el organismo, coordinamos las facultades del movimiento, el tacto, el olfato, el oído, la vista, la homeostasis general de todo el organismo, etc. Desde aquí podemos comunicarnos con los demás, entender las matemáticas y visualizar las formas geométricas, componer, apreciar o crear la música o cualquier arte, etc. El cerebro incluso está dotado de capacidad para visualizar y planificar con anticipación e incluso crearse fantasías u obras que nunca jamás han existido.
El encéfalo es el centro donde las sensaciones se registran, se relacionan una con otras y con esta información almacenada se toman decisiones y se lleva a la acción. Nuestro cerebro dirige nuestra conducta y puede dirigir la conducta de los demás, mediante la manipulación y el poder mental de un Ser preparado o de una organización, podemos ser “comidos el coco” o manejados por un poder y dominio mental superior al nuestro.
Las posibilidades del cerebro humano son únicas, cuantiosas y valiosas, pues de él sólo conocemos un 10% de su capacidad. Es capaz de revisar y analizar todos los estímulos, tanto si proceden de los órganos internos como de la superficie corporal, de los ojos, oídos, nariz, tacto, etc. y en respuestas a estos estímulos corrige las respuestas corporales, la actitud y el funcionamiento de los órganos internos. Nunca una computadora se podrá comparar con las posibilidades del cerebro humano.
Por supuesto que tanta sofisticación tiene su precio, pues el cerebro necesita una alimentación constante con una demanda de flujo sanguíneo y oxígeno muy elevada y continua, supone el 29% de la sangre que sale del corazón. Una insuficiencia circulatoria que dure más de 10 segundos puede causar una perdida de conciencia, llamado síncope.
El volumen craneal medio es de unos 1400 cm. cúbico, su peso suele ser del 2 % del peso corporal y viene a consumir el 20% de los recursos energéticos del organismo. En los primeros años del crecimiento del bebe el consumo del cerebro del total de los recursos energéticos del organismo puede llegar hasta el 50%. Esto nos indica la importancia que le da el cuerpo a la alimentación del órgano más importante del cuerpo, el cerebro.
El cerebro forma la capa principal del encéfalo y esta sostenido entre el diencéfalo y el tronco del encéfalo. El diencéfalo es una estructura que contiene varias partes del cerebro, cada una con el término «tálamo». La mayoría de estas estructuras se derivan de la vesícula del desarrollo llamada diencéfalo. El contenido del diencéfalo incluye el tálamo, el subtálamo, el epitálamo y el hipotálamo. La glándula pineal también es parte del diencéfalo. El cerebro está formado por la corteza cerebral, una capa de sustancia gris de 2 a 4 Mme. de grosor, en donde hay miles de millones de neuronas y como su nombre indica se encuentra por la parte exterior del cerebro. Por debajo de la corteza cerebral está la sustancia blanca cerebral.
El cerebro forma unos pliegues en su corteza cerebral llamados circunvoluciones. Se les denomina fisuras a los pliegues profundos y surcos a los de menos profundidad. Este hecho de los pliegues cerebrales o circunvoluciones es debido a que durante el crecimiento embrionario del cerebro la sustancia gris crece más rápida que la sustancia blanca subyacente. La fisura más importante del cerebro se llama la fisura longitudinal, que separa casi por completo el cerebro en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Estos hemisferios están conectados en su parte mas profunda por sustancia blanca que forma un haz de fibras transversales llamado cuerpo calloso. Entre los dos hemisferios cerebrales se encuentra una extensión de la dura madre llamada hoz del cerebro, que forma una membrana sagital que separa los dos hemisferios. Cada hemisferio cerebral se encuentra dividido por sus surcos o fisuras en cuatro lóbulos, cuyos nombres están relacionados con los nombres de los huesos que los cubren.
Macroscópicamente ambos hemisferios cerebrales parecen iguales, aunque existen pequeñas y sutiles diferencias anatómicas entre ellos. Lo que sí existen son importantes diferencias funcionales entre ellos, que detallaremos brevemente. El hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo y el hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo. El hemisferio izquierdo controla o tiene mayor influencia en el lenguaje hablado y escrito, las habilidades numéricas y científicas, para la capacidad de utilizar y comprender el significado de los signos y para el razonamiento. El hemisferio derecho es más importante para la capacidad musical y artística, para la imaginación, para la intuición, para la percepción del espacio y de los patrones y para la generación de imágenes mentales, visuales, auditivas, táctiles, gustativas y olfativas y comparar las relaciones entre ellas.
El cerebro esta dividido en dos mitades, los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, que están conectados en el centro por fibras nerviosas conocidas como el cuerpo calloso. El cerebro a la vez se divide en cuatro lóbulos: el frontal, el parietal, el occipital y el temporal.
El lóbulo frontal controla la actividad motora aprendida como la articulación del lenguaje, el estado de ánimo, el pensamiento y la planificación del futuro. En la mayoría de las personas el lóbulo frontal izquierdo controla el centro del lenguaje.
El lóbulo parietal interpreta las sensaciones que recibe del resto del cuerpo y controla el movimiento corporal. El lóbulo occipital interpreta la visión.
Los lóbulos temporales permiten la identificación de personas y objetos y de aquí dependen las emociones y la memoria. Aquí se recuerdan y procesan recuerdos del pasado y se inicia la comunicación y las acciones.
Debajo del cerebro en su base existen una serie de células nerviosas dispuestas de forma estructurada, que se denominan ganglios básales, el tálamo y el hipotálamo. Los ganglios básales colaboran en la coordinación de los movimientos, el tálamo organiza la transmisión y recepción de la información sensorial a las capas altas del cerebro, la corteza cerebral. El hipotálamo coordina las actividades más automáticas del organismo, controla los estrados de sueño y vigilia y regula el equilibrio del agua y la temperatura corporal.
El cerebelo esta localizado debajo del cerebro y encima del tronco encefálico, su función es la de coordinar los movimientos corporales, basándose en la información que recibe del cerebro sobre la posición de brazos y piernas y su tono muscular. Contribuye a la precisión y uniformidad de los movimientos. Tanto el cerebro y la médula espinal están envueltas en tres membranas llamadas meninges, que de afuera adentro son: la dura madre, la aracnoides y la piamadre.
El tronco encefálico regula automáticamente otras actividades fundamentales del organismo. Interviene en el control de la deglución, la velocidad con la que comemos y las señales de hambre. Interviene en el mantenimiento de la postura y en la frecuencia respiratoria y cardiaca. Si se produjera una lesión grave en el organismo todas estas actividades automáticas dejarían de funcionar y sobrevendría la muerte.
El hemisferio izquierdo del cráneo humano es el encargado de las respuestas más analíticas y matemáticas y gobierna la parte derecha del cuerpo. Sin embargo, el hemisferio derecho del cráneo es más imaginativo, poético, filosófico, etc., este hemisferio gobierna la parte izquierda del cuerpo. Estos hemisferios pueden estar más estimulados o más inhibidos. Se sabe que cualquier hemisferio cerebral podría hacer la función del otro.
El perfecto equilibrio entre el lado derecho y el izquierdo viene dado por la simetría, la amplitud y el ritmo del líquido cefalorraquídeo.
Si se produce mayor llenado del líquido cefalorraquídeo hay mayor efecto vasoconstructor y mayor riesgo de ataque cerebral. La cabeza está llena de membranas intracraneales que cubren y hacen repliegues para formar los ventrículos. En estos ventrículos se forma y se almacena el líquido cefalorraquídeo. En uno de estos ventrículos existen unas células muy especializadas que se encargan de transformar la sangre que llega a través de las venas en líquido cefalorraquídeo.
Hay dos ventrículos laterales, un tercer ventrículo menor, un cuarto ventrículo en la zona occipital de donde baja el líquido cefalorraquídeo al sistema medular, por varios agujeros.
Con nuestras manos no podemos llegar al cerebro, excepto a este cuarto ventrículo. Todos los ventrículos están interconectados por espacios y el líquido cefalorraquídeo se mueve por estos espacios. Es un sistema semi-cerrado que mantiene la hidrostática en el interior del cráneo humano.
El líquido cefalorraquídeo circula a través de toda la materia cerebral.
Estas membranas intracraneales o fascias, están formadas por la dura madre, la aracnoides y la pía madre. La dura madre es la parte más fuerte de la membrana y, por tanto, está en el exterior para proteger. La dura madre se adhiere al periostio intracraneal. La aracnoides es la membrana intermedia, es esponjosa y llena de elementos fibro-elásticos, sujeta los troncos y dispone de un espacio vacío que es por donde circula el líquido cefalorraquídeo. La pía madre esta más vascularizada y se introduce en la masa cerebral. Todo esto son fascias, como la que se encuentra en la médula espinal. Gracias a que la dura madre se adhiere a la bóveda craneal y a la pulsación del líquido cefalorraquídeo que circula por la aracnoides es por lo cual los huesos del cráneo reciben ese movimiento de flexión y extensión o movimiento respiratorio primario.
El cerebro y sus meninges están contenidos en una estructura ósea, resistente y protectora, el cráneo. El líquido cefalorraquídeo es un elemento muy especializado que baña la superficie del cerebro entre sus meninges y llena los espacios intracerebrales llamados los ventrículos, dando protección y alimento a todo el interior del cráneo y al hueso mismo.
El fluido cerebro espinal (FCE) circula alrededor del cerebro y de la médula espinal en el espacio subaracnoideo y dentro del cerebro en los compartimentos del fluido: los ventrículos, la cisterna, el canal central de la médula y los diversos canales que conectan estos espacios. El impulso rítmico cráneo-sacral da cierto tipo de movimiento a las neuronas y a todo el sistema nervioso central.
Las tres membranas concéntricas denominadas meninges que rodean el sistema nervioso central (SNC), son. La duramadre es la membrana externa y forma una cubierta de tejido conjuntivo denso que rodea el SNC, es la más resistente de todas las membranas y se adhiere al hueso del cráneo. La piamadre que íntimamente rodea el contorno del cerebro y de la médula, adhiriéndose a ellos, es la meninge interna, esta se extiende en la médula formando compartimentos. Entre estas dos membranas existe una capa transparente denominada la aracnoides, la cual se extiende como una telaraña, con las trabéculas aracnoideas. El espacio entre el aracnoides y la piamadre se le llama espacio subaracnoideo. Éste está lleno de trabéculas aracnoideas y de fluido cerebroespinal (FCE), en este espacio también se encuentran los vasos arteriales que pasan al cerebro, esta es la meninge central que sirve de canal para él líquido cefalorraquídeo.
Dentro del cráneo en un plano sagital, encontramos la fascia vertical, compuesta de la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo. Su origen está en la cresta galo-aracnoides y acaba en el agujero occipital. En un plano horizontal encontramos la fascia horizontal, como una hoja en posición horizontal. El tentorium es la tienda del cerebro. Esta fascia se origina en el esfenoides y está conectada con el ecnoides, con los parietales y con el occipital. El esfenoides es un hueso en forma de mariposa y sus alas se van a los lados, por tanto este hueso es la llave maestra de todos los demás huesos craneales. En el tratamiento craneal este hueso es de suma importancia, ya que esta en contacto con todos los demás huesos craneales.
Las fascias se conectan con todo el cuerpo, es un tejido elástico, por tanto, se puede arrastrar y esto puede producir asimetría de ritmo.
Por ejemplo un golpe en el cerebro, afecta a la fascia de la hoz del cerebro, éste a la hoz del cerebelo, éste a la fascia del foramen mágnum (agujero occipital). De aquí se puede afectar a la túnica plexocaroteidea, éste al foramen de la carótida, éste a la fascia del pericardio, éste a la bolsa mediastínica, de aquí al diafragma, y luego a la inserción facial del psoas, luego a la articulación coxofemoral, luego a la fascia del tensor, de ahí a la túnica del peroné y luego a la fascia plantar. Este viaje a través de las fascias, nos dice que un impacto en el cerebro, por las ondas de choque puede dar problemas en el apoyo plantar, en la zona lumbar, etc.
Todas las fascias están perfectamente conectadas en las dimensiones verticales y en las dimensiones horizontales. Por ejemplo, un susto repentino, entra por vía óptica y afecta a la fascia del Tentorium. Un estrés acústico produce una tracción a la fascia del temporal, etc., y de aquí puede viajar la tensión hasta el pie.
Hay que normalizar la presión hidrodinámica existente en el cráneo. Por el principio de tensión de membranas, todo nos afecta y la membrana de arriba por tensión recíproca de las membranas puede dar dolor lumbar.
Un trauma antiguo produce una tensión anormal así como dolor. Estamos llegando a las causas del dolor, no nos interesan sus efectos.
Las membranas están sujetas a todas las suturas. Si hay estrés en la membrana, hay un bloqueo en las suturas. El trabajo del terapeuta cráneo sacral es dar movilidad a las suturas y relajar las membranas.
El cráneo consta de 28 huesos con un gran número de suturas y si la naturaleza hubiera querido hacer un casco sólido y rígido lo habría hecho y el cráneo estaría formado por una sola pieza. Sin embargo, no es así y cada sutura tiene una misión importante.
El cerebro es blando y gelatinoso y la médula espinal es solo un poco más firme. Se está observando la posibilidad de que las neuronas giren como si de algas en el océano se tratara, debido a la onda liquida o fuerza rítmica que el líquido cefalorraquídeo ejerce al atravesar el parénquima cerebral.
También tenemos en el centro del encéfalo los ganglios de la base que son varios grupos de núcleos situados en cada uno de los hemisferios cerebrales.
En el limite interno del cerebro y en el suelo del diencéfalo y rodeando el tronco del encéfalo tenemos un anillo de fibras llamado sistema límbico. Este sistema esta formado por varias regiones de sustancia gris, con características formas y nombres variados. El sistema límbico interviene en aspectos emocionales relacionados con la supervivencia. Por eso existe una relación entre la memoria y las emociones, por ello los acontecimientos que reproducen una fuerte respuesta emocional son guardados en la memoria con mayor eficacia que los que no. El sistema límbico controla la mayor parte de los aspectos involuntarios de la conducta. Los recientes experimentos demuestran que este sistema se asocia con el placer y con el dolor.
Las cisternas.
En ciertas zonas, la pía madre y la aracnoides están ampliamente separados creando unos espacios o sacos meníngeos llenos de LCR, llamados cisternas. En la base del cerebro y alrededor del bulbo raquídeo está la cisterna subaracnoidea. Entre la médula y el cerebelo está la cisterna mayor, la cisterna magna, dentro de la cual se abre el foramen del cuarto ventrículo. Otras cisternas de tamaño significativo son las del puente, la interpeduncular, la quiasmática y la superior
Abajo, en la base de la médula espinal, en el segmento lumbo-sacro está la cisterna lumbar. Esta contiene el hilo terminal y las 32 raíces de nervios de la cola de caballo de la médula. Es de esta cisterna que se extrae el fluido cerebroespinal cuando por algún caso clínico es necesario hacer una punción lumbar. Desde esta cisterna el LCR se dirige hacia la zona lumbar espinal.
Los ventrículos.
En el interior de la médula espinal encontramos el canal central, que al subir al cerebro se ensancha formando un sistema especializado de espacios llamados ventrículos. Estos tienen una forma tridimensional en forma de T.
Hay dos ventrículos mayores de forma más compleja que son los dos laterales, que tienen una forma de asta, las cuales se adaptan a la forma de cada hemisferio cerebral. Los diversos ventrículos permiten el flujo del FCE.
- Los ventrículos laterales pueden dividirse en cinco partes:
- Cuerno anterior
- Cuerpo ventricular
- Trígono colateral
- Cuerno inferior (temporal)
- Cuerno posterior (occipital)
Cada ventrículo lateral se comunica con el tercer ventrículo, por el agujero interventricular de Monro. El cuarto ventrículo esta en la línea media como el tercero y es amplio y poco profundo. Este cuarto ventrículo es una cavidad en forma de romboide, que cubre el puente y la médula y que se extiende en su parte superior desde el canal central de su parte superior de la médula espinal cervical hasta el acueducto de Silvio. Éste acueducto comunica los ventrículos tercero y cuarto.
Además, existen tres pequeñas aberturas en el aspecto caudal del cuarto ventrículo: el agujero de Magendie en la línea media, y los dos agujeros laterales de Luschka que comunican con el espacio subaracnoideo.
Las superficies de los ventrículos cerebrales están tapizada de un fino epitelio cuboidal, el epéndimo y el LCR esta en contacto con toda esta superficie.
Las membranas epiglial y epéndimo-glial son muy permeables y se produce constantemente la difusión del líquido extra celular craneal (LEC) y el LCR. El LCR ventricular interno se difunde en el LEC ventricular y éste en el espacio subaracnoideo uniéndose al LCR externo. De este modo el LCR riega continuamente el parénquima cerebral, gracias a que estas membranas epiglial y epéndimo-glial son permeables en ambos sentidos
El plexo coroideo.
El plexo coroideo es una red de vasos sanguíneos y células en los ventrículos (espacios llenos de líquido) del cerebro. Los vasos sanguíneos están cubiertos por una capa delgada de células que elaboran el líquido cefalorraquídeo. El plexo coroides se encuentra en la raíz de los ventrículos, es un tejido muy especializado que nace de la muy vascularizada piamadre. Es un crecimiento en forma de coliflor de vasos sanguíneos, cubierto de una capa delgada de células epiteliales (ependimales).
La función del plexo coroideo es la secreción del fluido cerebro espinal (FCE), cuya materia bruta se obtiene de la sangre arterial. Esta formado por tejido ependimal, en donde las micro vellosidades del epitelio coroidal replegadas proporcionan unos 200 centímetros cuadrados de superficie, que elimina el 25% del agua plasmática de los capilares coroidales, en respuesta al gradiente osmótico creado por el activo transporte de Na+ en el LCR.
El epitelio coroidal contiene un número de enzima que facilita el transporte de iones a través de la BCH. El Na+/K+ que pasan a las micro vellosidades ayudan a mover el Na+ al LCR y el K+ al plasma. Esto a su vez empuja a los iones cargados negativamente, especialmente el C1- al LCR provocando la hipertonicidad de éste. El gradiente osmótico que se crea de este modo hace que grandes cantidades de agua y sustancias disueltas pasen a través de la membrana coroidal al LCR. El agua se difunde también por toda la membrana meninge. Existen otros mecanismos activos de transporte para los monosacáridos, los aminoácidos, electrolitos, etc.
Este plexo produce unos 500 ml. diarios de fluido, suficiente para recorrer el contenido corporal cuatro veces. El plexo coroides está bien provisto de fibras nerviosas extravasculares que controlan la secreción y otras que se asemejan al corpúsculo de Meissner y que probablemente tengan una función sensorial. El plexo coroideo funciona intermitentemente gracias a un sistema nervioso de retroalimentación.
La corteza cerebral y sus áreas funcionales
La corteza cerebral como su nombre indica es la parte externa del cerebro. En cada área de la corteza cerebral se procesa determinados tipos de señales y respuestas diferentes. Tenemos:
- Área sensitiva.
- Área sensorial general.
- Área visual primaria.
- Área auditiva primaria.
- Área gustativa primaria.
- Área olfatoria primaria.
- Área del lenguaje.
- Áreas de asociación.
- Áreas motoras.
- Áreas de asociación visual.
- Áreas de asociación auditiva.
- Área premotora.
- Área del campo visual frontal.