Aliento de Vida y marea
La Terapia Craneosacral está estrechamente relacionada con el concepto de Aliento de Vida y Marea.
En la Terapia Craneosacral, se considera que el cráneo, la columna vertebral y el sacro forman una unidad funcional llamada «Sistema Craneosacral». Este sistema tiene un ritmo rítmico sutil y palpable, conocido como el «Aliento de Vida». Es un ritmo que se cree está vinculado a la producción y circulación del líquido cefalorraquídeo, el cual rodea y protege el cerebro y la médula espinal.
El Aliento de Vida se describe como una fuerza vital o energía sutil que anima y sostiene todos los tejidos del cuerpo. Es un ritmo sutil que se percibe a través de la palpación y se considera un reflejo de la salud y el equilibrio del sistema nervioso central.
La Terapia Craneosacral busca facilitar y armonizar el ritmo del Aliento de Vida, mediante suaves manipulaciones y técnicas de liberación en diferentes partes del cuerpo, especialmente en el cráneo, la columna vertebral y el sacro. Se busca liberar cualquier restricción o disfunción en el sistema craneosacral, permitiendo que la energía fluya libremente y se restaure el equilibrio.
Además del Aliento de Vida, en la Terapia Craneosacral también se hace referencia a las «Mareas» o movimientos sutiles que ocurren en el cuerpo. Estas Mareas se refieren a los movimientos rítmicos y ondulatorios que se pueden percibir en diferentes partes del cuerpo durante una sesión de Terapia Craneosacral. Se cree que estas Mareas representan los ritmos inherentes de curación y autorregulación del organismo.
El Aliento de Vida es holográfico y se expresa a través de tres capas o mareas. Aunque las podemos diferenciar, solo existe una marea que es la marea del Aliento de Vida.
La marea es una fluctuación inherente que tiene todo cuerpo vivo. Esta fluctuación genera unas oleadas de potencia, unas fluctuaciones de fluidos, un movimiento de membranas, movilidad de ciertos huesos y motilidad o respiración de todos los órganos, tejidos y células.
La marea está compuesta por tres capas o dimensiones y el terapeuta solo puede sentir de una en una ya que todas estas dimensiones son holográficas. Todas las capas y dimensiones de la marea están envueltas unas en otras.
Estas tres expresiones de la marea son o se las puede definir como impulso rítmico craneal. la marea media o de potencia y la marea larga. La primera es la más densa y la ultima la más sutil.
Impulso rítmico craneal
Este es el más palpable, rápido y denso de las tres dimensiones del Aliento de Vida. Es una función fisiológica corporal. Este movimiento respiratorio primario es el movimiento literal del fluido cerebroespinal por las meninges y la respuesta de los huesos y tejidos a él. El movimiento está relacionado con la pulsación subyacente del líquido cefalorraquídeo. Puede durar cada ciclo de flexión y extensión de 6 a 12 segundos, en algunos casos hasta 15 segundos. Supongamos que el fluido cerebral asciende hacia el cráneo y desciende en un ciclo de 8 segundos en un minuto se realiza esta respiración primaria 8 veces. Si ponemos las manos en el cráneo literalmente se nota un llenado y un vaciado unas 8 veces por minuto. Todos los huesos, órganos, tejidos y células pulsan acorde a este impulso rítmico craneal. Este movimiento fue el primero que se descubrió gracias a la osteopatía craneal. Este movimiento está acorde a la línea media del cuerpo y a sus fulcros inerciales naturales. Esta pulsación forma y recarga el campo energético humano. Se relaciona con las dinámicas de fluidos, la movilidad de los tejidos y el empleo de puntos de tensión en el tejido conjuntivo. Esta marea se ve influenciada por los puntos de tensión o fulcros inerciales. Si el cuerpo tiene un golpe o una desorganización de sus tejidos esta marea gira y representa dicho desorden. Este impulso rítmico craneal se mueve acorde a las tensiones o nudos energéticos que tengan los tejidos. Esta marea nos mantiene conectados con las experiencias de vida.
Marea media o marea de potencia
Esta marea media es la expresión de la potencia que organiza nuestra salud. Este ciclo de marea se despliega unas dos veces por minuto, en algunos casos 2,5 veces por minuto. Se mueve como el anterior en relación a la anatomía de la columna vertebral y la membrana dural y a sus extremos opuestos, longitudinalmente. Es algo más sutil que la anterior y se refleja claramente en los los órganos, tejidos, fluidos, etc. Los tejidos expresan una mínima motilidad y los fluidos una mínima expansión y contracción. Esta marea de potencia da forma al campo bioenergético que rodea al cuerpo humano y se relaciona más directamente con la fuerza de la potencia del Aliento de Vida. Crea una matriz que organiza las funciones vitales. Las células, los tejidos y todos los fluidos respiran acorde a esta marea media de manera que el Aliento de Vida entra en contacto con nuestro cuerpo y nuestra experiencia humana. Es una fuerza que existe dentro del fluido. La marea media produce una pulsación palpable en los tejidos, es una motilidad o pulsación subyacente en los tejidos. Esta potencia del Aliento de Vida organiza el eje central del cuerpo que se convierte en el núcleo central del sistema energético humano, la línea media. El Aliento de Vida forma primero este eje energético y el cuerpo y sus procesos toman forma en relación a él. El terapeuta puede sintonizar este nivel de conciencia y trabajar al Ser desde una sanación espiritual e integral. Aquí se puede sentir en campo energético humano desde una visión más amplia. Es una marea que se orienta correctamente en las experiencias de vida y en la totalidad.
Marea larga
Esta marea larga es la que nos mantiene conectados con la fuente. Este movimiento o pulsación es más amplio y sutil y se despliega entre 90 ó 100 segundos por ciclo. Es más difícil de sentir ya que a veces parece que no tiene fin y que no retorna, pero si que lo hace. La marea larga es el modo que tiene el Aliento de Vida de trasmitirse a cada organismo vivo. Es más transpersonal, está más allá del individuo. Se puede decir que es como el espíritu se respira a si mismo. Se puede decir que es la ola con la que venimos y nos vamos. Es un movimiento más multidimensional ya que se percibe en todas las direcciones, ya no guarda relación con la línea media corporal como sucede en las otras mareas. La marea larga forma las dinámicas de la base de la línea media y las otras mareas más rápidas lo forman como eje principal de la vida. Se puede intuir que es la marea larga es la que trasmite el Aliento de Vida a la marea media y esta a la primera marea o impulso rítmico craneal.
La línea media
Las fluctuaciones de las mareas se forman alrededor de este eje principal como dinámicas energéticas. La médula espinal y sus fluidos cerebrales son el eje de las fluctuaciones de las mareas primera y segunda. Volver a tener una buena relación con la línea media del cuerpo, una relación más centrada con este núcleo energético, es el camino para la curación integral de la persona. El la membrana intermedia de las meninges está el aracnoides que es por donde circula el líquido cefalorraquídeo. Esto produce una fluctuación longitudinal del fluido cerebroespinal.
A nivel embriológica los estudios nos demuestran que la primera estructura que se forma en el embrión es un tubo neural que luego se convertirá en el sistema nervioso central. Es la información energética que existe en la marea del Aliento de Vida que estructura en primera instancia la formación de este tubo neural.
Se puede decir que el espíritu es el Aliento de Vida que desde lo más sutil, la marea larga interpenetra nuestro campo de existencia. Desde aquí surge la marea media o de potencia que crea las dinámicas energéticas que gobiernan el impuso rítmico craneal o primera marea. Este impulso rítmico craneal dará estructura y forma al cuerpo físico en base a su línea media. Esto es un encuentro entre el espíritu y el cuerpo y esto guarda relación con el proceso curativo.
En resumen, en la Terapia Craneosacral se considera que el Aliento de Vida es el ritmo rítmico sutil y palpable del sistema craneosacral, que refleja la salud y el equilibrio del sistema nervioso central. Las Mareas se refieren a los movimientos sutiles y ondulatorios que ocurren en el cuerpo durante la sesión. Ambos conceptos son fundamentales en la práctica de la Terapia Craneosacral y guían el trabajo del terapeuta para facilitar la restauración y el equilibrio en el cuerpo y la mente del individuo.