La silla turca y la hipófisis
La silla turca y la glándula hipófisis
La silla turca y la glándula hipófisis (también llamada pituitaria) están estrechamente relacionadas en el contexto anatómico y funcional del cráneo y el sistema endocrino.
1. La Silla Turca
La silla turca es una estructura ósea en la base del cráneo, dentro del hueso esfenoides. Se llama así porque tiene la forma de una silla o trono. Es una depresión o cavidad que protege a la glándula hipófisis. Esta estructura tiene un papel crucial en resguardar la hipófisis, que es una de las glándulas más importantes del cuerpo.
- Ubicación: La silla turca se encuentra justo detrás de los ojos, en el centro de la base del cráneo.
- Función: Su principal función es proteger la hipófisis, que está alojada en su interior. Actúa como una cavidad ósea que rodea esta glándula vital.
- Partes: Incluye varias secciones importantes:
- Dorso de la silla: Parte posterior que protege la hipófisis por detrás.
- Tubérculo de la silla: Parte anterior que limita la cavidad donde se encuentra la hipófisis.
2. La Glándula Hipófisis (Pituitaria)
La hipófisis es una pequeña glándula, del tamaño aproximado de un guisante, que está ubicada en la silla turca. A pesar de su tamaño pequeño, es conocida como la «glándula maestra» del sistema endocrino, ya que regula muchas otras glándulas en el cuerpo y controla una amplia variedad de funciones hormonales.
a) Partes de la Hipófisis
La hipófisis se divide en dos partes principales, cada una con funciones hormonales específicas:
- Lóbulo anterior (adenohipófisis): Produce y libera hormonas que regulan el crecimiento, la reproducción, y el metabolismo. Las principales hormonas que produce incluyen:
- Hormona del crecimiento (GH): Estimula el crecimiento de los tejidos y los huesos.
- Hormona estimulante de la tiroides (TSH): Regula la actividad de la glándula tiroides.
- Hormona adrenocorticotropa (ACTH): Controla las glándulas suprarrenales, que producen cortisol.
- Prolactina (PRL): Estimula la producción de leche en las glándulas mamarias.
- Hormonas gonadotrópicas (FSH y LH): Regulan la función de los ovarios y testículos, controlando la reproducción.
- Lóbulo posterior (neurohipófisis): Almacena y libera hormonas producidas en el hipotálamo. Las principales son:
- Oxitocina: Participa en el parto, la lactancia y en la regulación de las emociones.
- Hormona antidiurética (ADH o vasopresina): Regula la cantidad de agua que los riñones retienen y, por tanto, la presión sanguínea.
b) Función de la Hipófisis
La hipófisis tiene la tarea de controlar varias funciones vitales del cuerpo mediante la secreción de hormonas que influyen en casi todos los órganos. Entre las funciones clave están:
- Crecimiento y desarrollo corporal: A través de la hormona del crecimiento.
- Regulación del metabolismo: Mediante la producción de hormonas que controlan la actividad de la tiroides y las glándulas suprarrenales.
- Reproducción y lactancia: A través de las hormonas FSH, LH y prolactina.
- Equilibrio de líquidos: Mediante la secreción de la hormona antidiurética (ADH), que regula la cantidad de agua en el cuerpo.
3. Relación entre la Silla Turca y la Hipófisis
La hipófisis se encuentra alojada en la silla turca, que la protege y mantiene en su lugar. Al ser tan crucial para el funcionamiento hormonal del cuerpo, cualquier alteración en la silla turca (como tumores, lesiones o malformaciones) puede afectar a la hipófisis y alterar su función.
4. Problemas de la Hipófisis y la Silla Turca
Existen diversas afecciones que pueden afectar a la hipófisis y, por ende, a la silla turca. Algunas de las más comunes son:
- Adenoma Hipofisario: Un tipo de tumor benigno que se desarrolla en la hipófisis. Dependiendo del tipo de células involucradas, puede provocar una secreción excesiva de hormonas (hipersecreción) o, en otros casos, una disminución en la producción hormonal (hiposecreción). Esto puede afectar el crecimiento, la fertilidad, el metabolismo o el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
- Síndrome de la silla turca vacía: En algunos casos, la hipófisis se reduce o no ocupa completamente la silla turca, lo que da la apariencia de que la silla está vacía. Esto puede o no estar asociado a problemas hormonales, dependiendo del grado de afectación de la hipófisis.
- Hipopituitarismo: Se refiere a una insuficiencia de la función de la hipófisis, que puede causar una disminución en la producción de varias hormonas esenciales.
5. Tratamientos Relacionados con Afecciones de la Hipófisis
Las alteraciones en la hipófisis suelen tratarse dependiendo del problema subyacente:
- Medicamentos: En caso de tumores productores de hormonas, pueden administrarse fármacos que reduzcan la producción hormonal.
- Cirugía: Los tumores de la hipófisis a menudo se extirpan quirúrgicamente mediante una técnica llamada cirugía transesfenoidal, en la cual se accede a la hipófisis a través de la nariz o el paladar para evitar dañar otras partes del cerebro.
- Radioterapia: En casos en los que no es posible extirpar completamente un tumor, se puede recurrir a la radioterapia para reducir su tamaño o controlar su crecimiento.
6. Importancia del Mantenimiento de la Hipófisis
Dado que la hipófisis controla muchas funciones vitales del cuerpo, mantener su salud es esencial. Una disfunción en la hipófisis puede desencadenar una serie de problemas hormonales que afecten a todo el cuerpo, por lo que es importante monitorear cualquier signo de trastornos hormonales.
El hueso esfenoides en vista lateral, en su parte antero superior está la famosa silla turca, que alberga a la glándula de secreción interna más importante de todas, la hipófisis o glándula pituitaria.
Se le llama la glándula de la eterna juventud y de la felicidad. Es la glándula que controla todos los sistemas endocrinos y metabólicos.
Es la glándula maestra por excelencia, pues controla todas las funciones neuro-vegetativas y neuro-químicas del resto del sistema glandular. Por tanto cualquier modificación de zona que se produzca alrededor de la silla turca por disfunción del esfenoides afectará al resto del organismo.
Esta glándula para funcionar necesita ser balanceada, pues en su balanceo se le somete a una presión y a una relajación. Por lo tanto la glándula segrega sus estímulos basándose en los estímulos que le da el movimiento del esfenoides en su silla turca, que es como una mecedora en forma de semicírculo. El esfenoides hace un movimiento sistólico y diastólico de estimulación sobre el sistema de la hipófisis, en forma de mecedora.
Gracias al movimiento del esfenoides en forma de mecedora en su flexión y extensión está recibiendo el estimulo de la hipófisis. Cualquier bloqueo del esfenoides que afecte a su balanceo, estará afectando al estimulo glandular de la hipófisis.
La hipófisis tiene que mandar información a las demás glándulas de secreción interna, como la glándula tiroides, paratiroides, ovárica, testiculares, suprarrenales, etc.
La hipófisis hace de ordenador central sobre todo el organismo, y apenas conocemos todas las posibilidades de esta glándula.
Si el movimiento de estimulación del esfenoides, o sea su balanceo, se ve afectado todo el sistema neural, más su sistema de secreción interna y la circulación de la zona se verán mermados.
Aquí en el interior de la glándula pituitaria hay metidos muchos programas aún desconocidos.
Todo lo que sea liberar el esfenoides mejorará todo el funcionamiento de la estructura glandular, y al mismo tiempo mejorará el movimiento de todos los demás huesos del cráneo.
Cualquier problema sobre el páncreas, estrabismo hipoglucemia o problemas de oído como los acúfenos, dislexia, de mandíbula el brupcismo, mareos ataques epilépticos, los pares de nervios del VII al XI, etc. todos estos problemas serán posibles solucionar desde el esfenoides.
De aquí que tengamos que prestar mucha atención a la liberación del hueso del esfenoides.
Conclusión
La silla turca es la estructura ósea que protege a la glándula hipófisis, la cual juega un papel clave en la regulación del sistema endocrino al controlar la liberación de hormonas que afectan funciones vitales como el crecimiento, el metabolismo y la reproducción. Cualquier alteración en la silla turca o en la hipófisis puede tener un impacto significativo en la salud general del cuerpo, requiriendo tratamientos médicos especializados.
En el contexto de la terapia cráneo-sacral, la silla turca juega un papel importante debido a su relación con la glándula hipófisis y la dinámica craneal. La terapia cráneo-sacral se centra en la liberación de restricciones en el sistema craneal y la facilitación del flujo de líquido cefalorraquídeo, que afecta directamente al cerebro y la médula espinal.
1. Movimiento de la Silla Turca en la Terapia Cráneo-Sacral
En esta terapia, se reconoce un ligero movimiento de los huesos del cráneo, conocido como el ritmo cráneo-sacral. Este ritmo está asociado al pulso del líquido cefalorraquídeo y afecta de manera sutil la estructura de los huesos, incluyendo la silla turca y el hueso esfenoides que la contiene.
El movimiento del esfenoides, que alberga la silla turca, es clave en la terapia cráneo-sacral porque el esfenoides está centralmente conectado a otros huesos del cráneo. Cualquier restricción en su movimiento puede afectar el equilibrio y la función de la glándula hipófisis y, por lo tanto, influir en el sistema endocrino.
2. Importancia de la Hipófisis y el Esfenoides
La hipófisis está en contacto cercano con varias estructuras óseas que también forman parte de las áreas afectadas por el ritmo cráneo-sacral. El hueso esfenoides puede moverse de manera sutil en respuesta al flujo del líquido cefalorraquídeo, y este movimiento puede influir en la presión sobre la glándula hipófisis, lo que a su vez puede afectar la regulación hormonal.
En la terapia cráneo-sacral, el terapeuta busca liberar cualquier restricción en el movimiento del esfenoides y la silla turca, lo que podría mejorar la función de la hipófisis. A través de manipulaciones suaves, se puede optimizar el equilibrio de los huesos del cráneo y promover un flujo saludable del líquido cefalorraquídeo.
3. Beneficios del Movimiento de la Silla Turca en la Terapia Cráneo-Sacral
- Mejora del flujo de líquido cefalorraquídeo: La liberación de restricciones en la silla turca puede mejorar el movimiento del líquido alrededor del cerebro, lo que podría ayudar a reducir tensiones internas.
- Estimulación de la hipófisis: El equilibrio del esfenoides podría tener un impacto positivo en la glándula hipófisis, mejorando la producción hormonal y regulando el sistema endocrino.
- Liberación de tensiones craneales: Al liberar las tensiones alrededor del esfenoides y la silla turca, se puede aliviar el malestar relacionado con dolores de cabeza, fatiga crónica y problemas de equilibrio.
4. Relación entre el Cráneo y el Sacro
En la terapia cráneo-sacral, se trata el cuerpo como un sistema interconectado que va desde el cráneo hasta el sacro. El movimiento de la silla turca y el esfenoides se asocia con el ritmo general del cuerpo, ya que este ritmo afecta a todo el sistema nervioso central, incluyendo la columna vertebral y el sacro.
Conclusión
El movimiento de la silla turca en la terapia cráneo-sacral es parte del equilibrio dinámico del cráneo y su relación con el líquido cefalorraquídeo. La manipulación suave de los huesos craneales, como el esfenoides, puede tener un impacto positivo en la glándula hipófisis, mejorando el bienestar físico y emocional al promover un equilibrio hormonal y liberar tensiones internas en el cráneo y la columna vertebral.