Las células del sistema nervioso
Las células del sistema nervioso se dividen en dos tipos principales: las células nerviosas o neuronas y las células gliales. Estas células trabajan en conjunto para llevar a cabo las funciones del sistema nervioso, que incluyen la transmisión de señales eléctricas y la comunicación entre diferentes partes del cuerpo.
Las neuronas son las células fundamentales del sistema nervioso y son responsables de transmitir información mediante señales eléctricas. Tienen una estructura especializada con extensiones llamadas dendritas, que reciben señales de otras neuronas, y un axón largo que transmite las señales a otras células.
Las células gliales, por otro lado, tienen funciones de soporte y protección para las neuronas. Estas células incluyen varios tipos, como los astrocitos, oligodendrocitos y microglia. Los astrocitos proporcionan soporte estructural y nutrición a las neuronas, los oligodendrocitos forman la mielina, que recubre los axones y permite una transmisión eficiente de las señales, y las microglia desempeñan un papel en la respuesta inmunitaria y la eliminación de desechos en el sistema nervioso.
Las células del sistema nervioso son altamente especializadas y se organizan en circuitos complejos que permiten la transmisión de información y el funcionamiento del sistema nervioso. Trabajan en conjunto para procesar y transmitir señales, controlar funciones corporales, coordinar movimientos y procesar la información sensorial.
En resumen, las células del sistema nervioso, incluyendo las neuronas y las células gliales, desempeñan roles vitales en el funcionamiento del sistema nervioso. Trabajan en conjunto para transmitir información, coordinar funciones corporales y permitir respuestas adecuadas a estímulos externos e internos.
Las células del sistema nervioso
Las células del sistema nervioso son de dos tipos: células neuroglia y células neuronas.
La célula neuroglia
El sistema nervioso central está ocupado en un cincuenta por ciento por células llamadas neuroglia. En general son más pequeñas que las neuronas, pero su número sobrepasa a estas en cinco a 50 veces. La neuroglia puede multiplicarse y dividirse dentro del sistema nervioso central.
La neuroglia sostiene, nutre y protege a las neuronas y mantiene la homeostasis del líquido cefalorraquídeo.
Las neuronas son las responsables de la mayoría de las funciones especiales atribuidas al sistema nervioso: sensibilidad, pensamiento, memoria, control de la actividad muscular y regulación de las secreciones glandulares. Generalmente las neuronas no se dividen o multiplica por mitosis. Se dice que no tenemos capacidad de regeneración de las neuronas.
El sistema nervioso central existe cuatro tipos de neuroglia: astrocitos, oligodendrocitos, microglia y células ependimarias.
Los astrocitos participa en el metabolismo de los neurotransmisores, mantiene el equilibrio de K+ adecuado para la generación de los impulsos nerviosos participa en el desarrollo del encéfalo, ayuda a formar la barrera hematoencefálica que regula la entrada de sustancias en el encéfalo. Constituyen un puente entre las neuronas y los vasos sanguíneos.
Los oligodendrocitos son aún más pequeños forman una red de soporte alrededor de las neuronas y producen un lípido y una proteína de recubrimiento llamada vaina de mielina. La microglia es una neurona pequeña y con capacidad fagocitaria. Proteger al sistema nervioso central frente a las enfermedades, ingiriendo los microbios que lo invaden y depurando lo resto de la células muertas.
Las células ependimarias tienen una forma escamosa y cilíndrica. Revisten los ventrículos cerebrales y el canal central de la médula espinal.
En el sistema nervioso periférico existen dos tipos de neuroglia o células sostén: los neurolemocitos o células de Schwann, que produce vaina es de mielina alrededor de las neuronas del sistema nervioso periférico, y las células satélite que sostiene a las neuronas de los ganglios.
Los axones de la mayoría de las neuronas de los mamíferos están rodeados por una vaina formada por capas múltiples de lípidos y proteínas, producida por la neuroglia y que recibe el nombre de vaina de mielina. Esta vaina aísla eléctricamente a la acción de la neurona y aumentar la velocidad de conducción del impulso nervioso. Los axones pueden estar mielinizados o no mielinizados.
Células de Schwann
Son células de la neuroglía que se encuentran distribuidas por todo el sistema nervioso periferico, es decir, por el conjunto de nervios que se extienden por fuera del sistema nervioso central.
Digamos que son el símil de los oligodendrocitos, pero en vez de en el sistema nervioso central, en el periférico. Se encargan de mielinizar, es decir, recubrir de mielina los axones de estas neuronas. Sin embargo, al contrario que sus compañeras del SNC, no son capaces de generar una vaina de mielina alrededor de más de un axón neuronal, y además, la propia célula de Schwann actúa recubriendo el axón con su citoplasma. Además de esto, colaboran en el crecimiento del axón, así como en su reparación en caso de lesión.
Anatomía y fisiología de las neuronas
El cerebro está formado por miles de millones de neuronas, e incluso poco más de un billón, y entre éstas se unen por filamentos para su comunicación.
Entre las neuronas se produce un efecto eléctrico llamado sinapsis, que es como un cierre o apertura de las uniones entre las neuronas. Para ello el número de las uniones o conexiones entre las neuronas que se requieren en nuestro cerebro es hiperastronómico.
Algunas neuronas son diminutas y sólo mandaban impulsos a cortas distancias menos de 1 Mm. en el interior del sistema nervioso central. Otras son las células más grandes del organismo.
Por ejemplo, las neuronas motoras que dirige los movimientos de los dedos de los pies, se extienden desde la región lumbar de la médula espinal hasta el pie. Algunas neuronas es sensitivas son todavía un poco más largas. Las neuronas de los pies, que hace posible notar la posición de los dedos del pie cuando se mueve, van desde la base del encéfalo hasta los pies.
Las neuronas tienen dos tipos de prolongaciones: dendritas y axones. Las dendritas suelen ser de tamaño corto, con un grosor que va disminuyendo hacia sus extremos y muy ramificadas a menudo las dendritas adoptar una posición en forma de ramas de árboles que salen del cuerpo de la neurona. Normalmente las dendritas no están mielinizados. El segundo tipo de prolongación el axón es una larga proyección fina y cilíndrica que puede estar mielinizados. La punta de las terminaciones axónicas reales se engruesan formando estructuras similares a bulbos llamados bulbos terminales sinópticos que tienen muchas y diminutas vesículas sinápticas, donde se almacenan los neurotransmisores, sustancia química que se libera en las sinapsis. Algunas neuronas no tienen axón y otras tienen axones desde unos centímetros hasta 1 m y medio.
Una fibra nerviosa es toda prolongación neuronal, dendritas o axón. Un nervio es un haz formado por muchas fibras que siguen el mismo camino en el sistema nervioso periférico por ejemplo el ciático en el muslo. La mayoría de los nervios tienen haces de fibras tanto sensitivas como motoras y están rodeados de vainas de tejido conjuntivo. Los cuerpos de las células nerviosas del sistema nervioso periférico suelen agruparse formando ganglios.
Las neuronas se pueden clasificar por sus características tanto estructural de respeto como funcionales.
La clasificación estructural se basa en el número de proyecciones que sale del cuerpo de la célula. Las neuronas multipolares suelen tener varias dendritas y un solo axón. La mayoría de las neuronas del encéfalo y de la médula espinal son de este tipo. Las neuronas bipolares sólo tienen una dendrita y un axón, se encuentran en la retina del ojo en el oído interno y en el área olfatoria del encéfalo. Las neuronas unipolares tienen un solo axón que sale del cuerpo neuronal y son siempre neuronas sensitivas.
La clasificación funcional que las neuronas se basa en la dirección en la que se trasmiten los impulsos nerviosos.
La mayoría de las neuronas del organismo, quizás hasta un 90% son neuronas de asociación. Las neuronas de asociación o ínter neuronas transportan los impulsos nerviosos de una neurona hacia la otra.
Las neuronas aferentes
Aferente que trasmite algo desde una parte periférica del organismo a otra más central. Vías nerviosas que conducen los impulsos desde la periferia hacia los centros.
Las neuronas aferentes trasmiten los impulsos nerviosos sensitivos desde los receptores de la piel, los órganos de los sentidos, los músculos, las articulaciones y las vísceras hacia el encéfalo y la médula espinal. Son los encargados de transmitir los impulsos correspondientes al dolor, la temperatura, el tacto, la vibración y la presión que se originan en la piel y de la posición procedente de las articulaciones y músculos.
Las neuronas eferentes
Es el conducto u órgano que conduce sangre, secreciones, impulso nervioso, etc. en sentido centrífugo, conducen un impulso desde un centro nervioso hacia otros más externos.
Las neuronas eferentes producen en los impulsos nerviosos motores desde el encéfalo y la médula espinal a los receptores que pueden ser músculos o glándulas.
La comunicación de las neuronas depende de dos propiedades básicas de sus membranas plasmáticas.
Existe un voltaje eléctrico en las neuronas, a través de la membrana. Este es debido a que existe una pequeña acumulación de cargas negativas en el lado interno de las membranas y una acumulación igual de cargas positivas en el lado externo. Esto produce un potencial que se mide en milivoltios. Cuanto mayor sea la diferencia de carga de la membrana, mayor será su potencial.
En las células vivas las cargas eléctricas son transportadas por iones en vez de por electrones.
Las membranas plasmáticas contienen diversos canales iónicos o poros que pueden ser cerrados o abiertos. Cuando se abren diversos iones del líquido intracelular o extra celular fluyen a través de las membranas. Tenemos una puerta que se abre o se cierra según la demanda.
La sinapsis
Las sinapsis son esenciales para la a homeostasis, pues permite el que la información sobre la salud del cuerpo vaya al sistema nervioso central. Las sinapsis son también los lugares donde actúan muchas sustancias que afectan al encéfalo, ya sean medicamentos o sustancias adictivas.
En una sinapsis la neurona que envía la señal es la neurona presináptica y la que recibe el mensaje es la neurona postsináptica. La mayor parte de las sinapsis son desde el axón a la dendrita. Existen dos tipos de sinapsis: eléctricas y químicas.
En una a sinapsis eléctrica la corriente iónica se propaga directamente de una célula a la otra a través de las uniones de hendidura. Las sinapsis eléctricas permiten una comunicación más rápido que las químicas y se puede sincronizar la actividad de un grupo de neuronas por ejemplo la acción sincronizada en el corazón y en las vísceras.
En las sinapsis químicas las membranas de las neuronas presinápticas y las postsináptica no se tocan, están separadas por la hendidura sináptica. Como los impulsos no pueden saltar la hendidura sináptica, la neurona presináptica libera unos neurotransmisores que actúan sobre los receptores de la membrana plasmática de la neurona postsináptica para producir un potencial postsináptico.
En resumen, la señal eléctrica presináptica es convertida en una señal química neurotransmisor liberado. La neurona postsináptica recibe la señal química y la transforma en una nueva señal eléctrica, potencial postsináptico.
En una sinapsis química sólo hay transferencia de la información en un sentido, desde la neurona presináptica a la postsináptica, y a la fibra muscular o a las células glandulares. La información viaja de una manera más lenta que la sinapsis eléctrica.
La eliminación del neurotransmisor de la hendidura sináptica es esencial para el normal funcionamiento de la sinapsis, ya que si no se elimina actuaría de forma indefinida. Estos neurotransmisores se eliminan por difusión, por degradación enzimática o por captación hacia el interior de la célula. Una de las razones que la cocaína produce sensaciones placenteras o euforia es porque bloquea los transportadores que efectúan la recaptación del neurotransmisora dopamina, lo que permite que este permanezca mucho más tiempo en la hendidura sináptica, produciendo una estimulación excesiva en determinadas regiones cerebrales.
Alguna sinapsis puede modificar la cantidad de neurotransmisores liberados en otras sinapsis. La facilitación presinápticas aumenta la cantidad de neurotransmisor liberado, mientras que la inhibición presináptica la reduce. Si una neurona liberar un neurotransmisor excitador a otra esta segunda generará una mayor excitación a la tercera, la estimulación es más fuerte. La facilitación y la inhibición presinápticas pueden durar varios minutos u horas. Estos mecanismos parecen importantes para el aprendizaje y la memoria.
Tanto en el sistema nervioso central como en el sistema nervioso periférico existen neurotransmisores excitadores e inhibidores, a veces el mismo neurotransmisor tiene un efecto excitador en unas localizaciones e inhibidor en otras. La respuesta depende de la naturaleza del receptor que capta el neurotransmisor. Se sabe que muchas neuronas disponen de dos o incluso tres neurotransmisores. El neurotransmisor mejor estudiado es la acetilcolina. Este es un neurotransmisor excitador en la unión neuromuscular, donde abre directamente los canales de los cationes que puerta química, etc. Varios aminoácidos actúan como neurotransmisores en el sistema nervioso central
Las neuronas de los mamíferos tienen una capacidad de regeneración muy limitada, apenas pueden repararse a sí mismas. Antes de la primera época o del nacimiento la práctica totalidad de las neuronas en desarrollo pierda su capacidad para dividirse por mitosis. Por tanto, cuando una neurona se lesiona o se destruye no puede ser sustituida por células hijas procedentes de otras neuronas. Una neurona destruida supone una pérdida permanente. En el sistema nervioso periférico las lesiones de los axones mielinizados y de las dendritas pueden repararse. Un nervio completamente seccionado puede lograrse un nuevo crecimiento si se vuelve a unir quirúrgicamente. Sin embargo, en el sistema nervioso central la reparación de las neuronas lesionadas o de sus axones es menos probable.
De aquí la importancia de cuidar y proteger lo mas importante en el cuerpo humano, su sistema nervioso central y periférico.
Vallamos a un dato impresionante como maravilloso, el número de operaciones que el cerebro humano puede realizar con las sinapsis equivale a un 10 seguido de más de 1.000 ceros. Como comparación podemos decir que apenas un 10 seguido de 80 ó 90 ceros es el número de protones que contiene el universo. Ahora podemos decir que 10 elevado a la 12 potencia es el número de neuronas o células nerviosas que posee nuestro cerebro. El número de neuronas que están implicadas en las operaciones que realizamos para recordar algo, o sea en la memoria es de 10 elevado a la 8 potencia. El número de neuronas que solemos perder cada día está por las 100.000. El número de neuronas que reciben impulsos y que luego son capaces de trasmitirlos a muchas otras de estas células nerviosas es de 10.000. Con toda esta capacidad de datos ya podemos pensar que nuestro cerebro es capaz de formar un alma humana.
El cerebro de una persona en su máximo desarrollo, sobre los 30 años pesa unos 1.400 gramos y hacia los 80 años de edad el cerebro humano suele pesar unos 1.250 gramos.